Panamá registró en 2024 una disminución del 41% en el flujo migratorio irregular que cruzó la selva en la región del Darién en su camino al norte del continente, reveló un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, una baja significativa en comparación a las cifras históricas de migración irregular del año anterior.
En 2023, el Servicio Nacional de Migración panameño contabilizó más de 520 000 personas que atravesaron la región selvática del Darién con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Está cifra se redujo en 2024 a alrededor de 300 548 migrantes irregulares.
La tendencia de disminución de migración irregular también se documentó en Honduras, señala la OIM. 357 929 personas ingresaron irregularmente a Honduras desde enero hasta noviembre de 2024, lo que representa un decrecimiento del 40% en comparación a 2023.
En ambos flujos, la mayoría de las personas migrantes provienen de Venezuela, con el 70% de los casos. En Panamá, la segunda mayor nacionalidad de migrantes irregulares son colombianas con el 6%. En el caso de Honduras, este renglón lo ocupan los cubanos, con el 16%. También se reportaron personas provenientes de Haití y Ecuador.
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Cabe destacar que a través de Panamá y Honduras también se registra migración extracontinental, dado que se documentó el cruce de personas originarias de India, Vietnam, China, Bangladesh y otros países del Medio Oriente y zonas de Asia.
Bandas de tráfico de migrantes cambiaron la dinámica de la migración
Aunque en 2024 la disminución del flujo migratorio irregular es significativa, la OIM señala que el perfil de las migrantes está cambiando rápidamente a grupos familiares que incluyen a personas de alta vulnerabilidad como menores de edad, mujeres en período de lactancia o embarazadas.
De acuerdo con la matriz de seguimiento del desplazamiento, el 76% de las personas migrantes que atravesaron la región del Darién, en Panamá, reportaron estar viajando en grupos, y en el caso de Honduras, fue el 50%.
“El perfil de las personas migrantes está cambiando a personas que requieren protección y condiciones especiales. En la OIM no condenamos la migración irregular, sabemos que es un fenómeno que sucede, pero requiere una toma de medidas especiales para que las personas viajen por nuestra región de forma ordenada, segura y regular”, indica Estela Aragón, coordinadora de la Unidad de Investigación y Datos del Programa Regional sobre Migración.
Según Aragón, las investigaciones de la OIM apuntan que la migración de grupos familiares está siendo específicamente promovida por grupos criminales de tráfico ilícito de migrantes. “Los grupos criminales cobran por cabeza, evidentemente siempre van a priorizar generar ganancias, que la seguridad de las personas que viajan”, enfatizó.
Advirtió que la presencia de los grupos de tráfico de personas tiene una influencia sobre todas las tendencias de la migración en la región, las nacionalidades que viajan, los grupos familiares que se están uniendo y los riesgos a los que se enfrentan los migrantes.
Estas bandas de tráfico de migrantes suelen ser dirigidos por personas que no se encuentran en la región y lideran las operaciones desde otros continentes; son los que subcontratan a los “coyotes”, quienes son las personas que llevan a cabo la movilización de los grupos migrantes.
La contratación de menores de edad para estos procedimientos es cada vez mayor por parte de las bandas de tráfico, ya que estos son altamente influenciables y muchos viven en los territorios fronterizos, por lo que conocen bien las rutas por las que guían a las personas migrantes.
Esto no solo pone en riesgo a los grupos migrantes guiados por las rutas fronterizas, sino también a los mismos niños y adolescentes que guían, ya que muchos de estos lugares son peligrosos por las condiciones del terreno o la presencia de otros grupos criminales.
“Es una tarea que incluye riesgos que se ven acrecentados para los niños y adolescentes, porque la guía muchas veces se tiene que hacer a través de terrenos desérticos, cruces marítimos o por ríos”, explica Aragón.
El uso de tecnologías facilita el trabajo de las bandas de tráfico
Dentro de las bandas de tráfico también se encuentran las personas enganchadoras o reclutadoras, quienes los encargados de ofrecer los servicios a las personas migrantes de manera presencial en cercanías a los territorios fronterizos, pero también a través de redes sociales.
La OIM advierte que el uso de las Tecnologías de la Información (TIC) se utilizan en todas las actividades de tráfico migratorio irregular, desde la promoción de servicios a través de las redes sociales populares como TikTok o Facebook, hasta la ejecución de pagos en línea y la guía remota para realizar diferentes cruces.
Esto le permite a las redes de tráfico alcanzar a más personas, mantener el anonimato de parte de los líderes y hacer operaciones a larga distancia, sin ponerse en riesgo de ser descubiertos por parte de las autoridades.
Esquema de operación de los traficantes de migrantes
Además, las redes de tráfico de migrantes se suelen dedicar a más de una actividad delictiva, por lo que, también subcontratan a otros grupos de crimen organizado mediante el pago de “derechos de piso”, es decir, un tipo de permiso para transitar por ciertos territorios. Estas operaciones incluyen redes de escala transnacional e individuos locales que operan bajo subcontratación o coacción.
La estructura de las bandas de tráfico finalizan con las personas monitoras o “banderines”, quienes se encargan de alertar cuando se acercan grupos policiales o militares o cualquier otra persona que pueda interrumpir las actividades de tráfico.
Las personas encargadas de brindar servicios básicos a los grupos migrantes, que no suelen pertenecer a las redes de tráfico, son personas que viven en comunidades donde las bandas de tráfico hacen sus actividades. Ellas se encargan de ofrecer diversos servicios a los migrantes como alojamiento, alimentación, cambio de visas, provisión de conexión a Internet, entre otros.
Bandas de tráfico cobran desde 5000 a 18 000 dólares
Los costos de los servicios de los grupos de tráfico de personas no son los mismos para todas las personas. Estos suelen ser mayores para las personas en condiciones especiales de vulnerabilidad, como lo son las mujeres que migran con sus hijos.
Los paquetes de estos servicios diferentes van desde el económico, intermedio y “VIP”. Los más accesibles inician desde los 5000 dólares y el precio continúa subiendo hasta los 18 000 dólares por persona.
Sin embargo, ni el servicio más caro ofrecido por estas bandas eliminan los riesgos a las que las personas migrantes se enfrentan como son accidentes por volcamiento para las personas que van en lanchas o camiones, ya sea por el exceso de velocidad o la sobreocupación.
Esto se añade los hechos de extorsión y violencia en el uso de medios de transporte; ataques del crimen organizado a pasajeros; situaciones de abandono por parte de los coyotes; y el peligro del cruce de ríos nadando o utilizando balsas.