Fondos internacionales para ampliación de pista Juan Pablo II son entregados a “cuentagotas”

El BCIE respondió a DIVERGENTES que únicamente desembolsó en junio de 2020 la suma de 755,567.45 dólares de los 105.4 millones de dólares que aprobó en 2017 para el proyecto. El monto corresponde al pago de la preinversión y no “existe ejecución” física. Documentos oficiales detallan que el Banco Europeo de Inversiones ha entregado apenas 1 millón, 647 mil 233 dólares de los 136 acordados. Los desembolsos están siendo retrasados por las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua


La ampliación de la pista Juan Pablo II en Managua ha recibido a “cuentagotas” los desembolsos del Banco Centroamericano de Inversión Económica (BCIE) y del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Si bien ambas instituciones financieras aprobaron dos préstamos en 2017 por 105.4 y 136 millones de dólares para la construcción de la obra cumbre de Fidel Moreno en la capital, hasta diciembre de 2021, los montos desembolsados apenas suman 2 millones 402 mil 800 dólares, según constató DIVERGENTES.

A través de una gestión de solicitud de información este medio conoció que el BCIE únicamente desembolsó en junio de 2020 la suma de 755 mil 567.45 dólares (21 millones 444 mil 860.8 córdobas) de los 105.4 millones de dólares que aprobó en 2017 para el proyecto. Según el detalle del préstamo el monto corresponde al pago de la preinversión y no “existe ejecución” física.

El otro argumento que ofreció el BCIE ante el retraso en la entrega del desembolso del préstamo fue que “el proyecto se ejecuta bajo las normas de adquisiciones del BEI y a la fecha se encuentran en revisión de los procesos de licitación”. DIVERGENTES envió el 17 de noviembre una solicitud de información a la institución europea para conocer los detalles del préstamo para la ampliación de la Juan Pablo. Sin embargo, hasta el momento nuestra consulta no ha sido respondida.

El BEI ha desembolsado hasta la fecha un total de 1 millón, 647 mil 233 dólares (57 millones 653 mil 175 córdobas) para el despeje de las vías y obras en los tramos II y III. La documentación oficial en poder de este medio de comunicación detalla que las demás obras alternas que inauguraron estos años en sectores aledaños a la pista, fueron financiadas con fondos del presupuesto municipal a través de un proceso marcado por la opacidad.

Recibe nuestro boletín semanal

La narrativa oficial que utiliza el gobierno municipal que dirige Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua, es que cuentan con los fondos y que es cuestión de tiempo para ejecutar la obra. El discurso ha sido repetido desde 2018, cuando se pospuso por primera vez el arranque del proyecto y en 2020, durante la pandemia.

“Los desembolsos son entregados a cuenta gotas. No es casualidad que el BCIE en cuatro años solo les haya dado 755 mil dólares. Y que el BEI todavía continúe revisando las licitaciones. El proyecto recibe un gran presupuesto de los fondos municipales pero ejecutan poco. No hay transparencia y el tema de derechos humanos sigue sobre la mesa”, opinó una fuente municipal que pidió el anonimato por temor a represalias.

La entrega a “cuentagotas” de los préstamos del BCIE y el BEI no impidió que Moreno asignara entre 2018 y 2020 un total de 26 millones 169 mil 910 dólares para ejecutar algunas obras de  menor nivel en el sector donde se supone se realizará la ampliación de la pista. Una investigación de DIVERGENTES reveló que el mandamás de la comuna ha entregado millonarios contratos a un viejo conocido: el supercontratista Santiago Arturo Chávez Sequeira.

Las obras que autorizó Moreno y cuya información está en poder de este medio fueron solo de despejes y las mejoras en algunas calles de barrios cercanos a la Pista Juan Pablo II.

Gastos opacos y una distribución para sus favoritos

DIVERGENTES, en alianza con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y utilizando la comuna de datos NINA, revisó el detalle de los presupuestos de 2018, 2019 y 2020 ejecutados por la Alcaldía de Managua. El análisis realizado reveló que la megaobra gastó del presupuesto asignado un total de 927 millones 985 mil 35 córdobas (26 millones 169 mil 910 dólares al cambio oficial).

Según la documentación oficial en poder de DIVERGENTES, en 2018 se ejecutó un total de 8 millones cinco córdobas. Sobre las obras ejecutadas relacionadas a la ampliación de la Pista Juan Pablo II aparecen dos contrataciones: la primera es una actualización de estudio por un monto de 14 millones 993 mil 700 con 30 centavos de córdobas y la segunda corresponde a otra actualización por 723 mil 177 con 50 centavos de córdobas. Montos que sumados superan lo que supuestamente se ejecutó ese año. Pero además salieron de las arcas municipales y no de los fondos internacionales.

En 2019 la Alcaldía autorizó la ejecución de 374 millones 900 mil córdobas para la obra. Sin embargo, en ese año, de acuerdo a la documentación en poder de DIVERGENTES, la municipalidad solo ejecutó el despeje de obras y vías de acceso en los tramos I y IV por un monto de 60 millones 040 mil 250 córdobas; y contrató por 621 mil córdobas a un experto para ejecutar los servicios de correlación, interpretación y reestructuración de estudios de la pista. De nuevo los fondos salieron de las cuentas nacionales.

En 2020 la comuna ejecutó un total de 545 millones 085 mil 30 córdobas en la ampliación de la Pista Juan Pablo II. Sin embargo, en los registros que deberían ser públicos y que están en poder de DIVERGENTES, solo aparece una contratación por el despeje de las vías y obras en los tramos II y III por un costo de 57 millones 653 mil 175 córdobas. Según el detalle de la adjudicación, esta ha sido el único desembolso financiado por el Banco Europeo de Inversiones. Mucho menos de los 136 millones de dólares acordados.

De los casi 1.000 millones de córdobas que se han adjudicado al proyecto en tres años, solo se conocen de la ejecución de 134 millones 031 mil 304 córdobas. Del restante de dinero asignado para la ampliación de la pista (793 millones 953 mil 731 córdobas) no se tiene información. Tampoco de las obras que supuestamente ha ejecutado la municipalidad con fondos externos.

Aunque la Alcaldía de Managua ha reservado la información del detalle de ejecución de los casi 1.000 millones de córdobas asignados al proyecto de la ampliación de la Pista Juan Pablo II, DIVERGENTES tiene en su poder la copia de los contratos que ha adjudicado hasta ahora para las obras menores en el tramo de construcción.

La primera revelación es que la municipalidad dirigida por Fidel Moreno, sancionado por el Gobierno de Estados Unidos por corrupción, benefició a la empresa “Chávez y Chávez Construcciones Sociedad Anónima”, una de las selectas compañías que en los últimos años ha recibido de la comuna capitalina diversos proyectos a través de procesos irregulares. A la compañía, propiedad de Santiago Arturo Chávez Sequeira, le fueron otorgados para el proyecto de la ampliación de la pista dos contratos que sumaron 117 millones 693 mil 426 córdobas (3 millones 324 mil 673 dólares).

El primer contrato fue adjudicado en 2019 por el despeje de vía y obras de acceso en los tramos I y IV de la Pista Juan Pablo II. Este salió de fondos municipales y estuvo valorado en 60 millones 40 mil 250 córdobas.

El segundo contrato fue entregado a Chávez Sequeira en 2020. Estos fondos salieron de un desembolso que hizo el BEI por un monto de 57 millones 653 mil 175 córdobas por el despeje de vía y obras de acceso en los tramos II y III de la pista.

(Puede leer aquí la investigación completa aquí: Ampliación de la Pista Juan Pablo II: El sueño inconcluso de Fidel Moreno y una “piñata” de licitaciones).

El BCIE aprueba otro préstamo

Durante los últimos cuatro años el presidente del BCIE, Dante Mossi, ha defendido el financiamiento que el organismo sigue otorgando al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.

En una entrevista publicada en DIVERGENTES, Mossi exaltó el modelo “cooperativo” del Banco internacional que entre enero de 2017 y junio de 2021 otorgó 2.289 millones de dólares a la administración orteguista, además de 7 millones de dólares en donaciones para sectores varios, todos justificados sobre la base de que son decisiones que  toma el Directorio del BCIE, integrado por representantes de 13 países miembros de la Organización con sede en Tegucigalpa.

“Los préstamos son aprobados por los directores; son ellos los que deciden junto a las instrucciones de sus gobernadores sobre cómo votar en operaciones de cualquier país. Esa decisión de cada país es soberana, y es puramente una decisión de los directores. Si una mayoría aprueba, queda aprobado; si no hay suficientes votos, es denegado”, dijo Mossi.

El último préstamo aprobado por el BCIE para Nicaragua fue anunciado el lunes 13 de diciembre. Según la información oficial publicada primero en Confidencial, el régimen recibirá 382.6 millones de dólares, para la ejecución del décimo “Programa de Ampliación y Mejoramiento de Carreteras”.

“Las obras se realizarán de conformidad a lo establecido en las políticas de adquisiciones del BCIE o del Banco Mundial, según aplique; e incluye la contratación de una Supervisión y Auditoría independiente para el Programa, permitiendo un seguimiento cercano y continuo por instancias de control internas y externas”, detalla parte de la nota de prensa publicada por la institución financiera.

Según otra publicación de Confidencial, el préstamo fue aprobado por los representantes ante el banco de Honduras, El Salvador, México, Argentina y Corea. En teoría el dinero será ocupado para la construcción y mejora de 185.2 kilómetros de carretera en nueve municipios del Pacífico y dos del Caribe Sur.

“Estos préstamos oxigenan al régimen y permiten que continúen con esa narrativa de que todo está bien. El banco no se preocupa por la rendición de cuentas aunque digan que realizan auditorías. Los Ortega-Murillo pueden cumplir con lo que solicitan pero no tengo dudas de que pueden favorecer a sus empresas. Siempre ha sido así”, afirmó un economista consultado. 

Siga leyendo:


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.