Fundación del Río lanza campaña para exigir liberación de ocho guardabosques mayangnas

Los ocho guardabosques son acusados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de supuestamente perpetrar la masacre en Kiwakumbaih y se enfrentan a cadenas perpetuas y condenas de hasta 25 años de cárcel. La dictadura los responsabiliza de los delitos realizados por colonos, es decir, por invasores no indígenas que atacan a los pueblos originarios para robar territorios

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Las condenas a los guardabosques fueron establecidas en febrero de 2024, en medio de juicios marcados por acusaciones prefabricadas, según Fundación del Río. Divergentes | Archivo

La organización ambiental Fundación del Río exige la liberación inmediata de ocho guardabosques mayangnas que se encuentran privados de libertad, a través de la campaña Voces del Bosque: justicia y liberación para los guardabosques indígenas mayangnas. El organismo denuncia que los delitos por los que son imputados no fueron cometidos por ellos, sino por colonos que tienen la protección del régimen orteguista. 

Estos guardabosques son acusados de ser los perpetradores de la masacre en Kiwakumbaih, ocurrida el 23 de agosto de 2021 en el territorio indígena Mayangna Sauni As en el municipio de Bonanza, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).

En la masacre, que de acuerdo a reportes de líderes comunales y organizaciones civiles fue  cometida por al menos 40 colonos, resultaron 11 personas mayangnas y miskitas asesinadas, así como varias personas sobrevivientes, que fueron torturadas y abusadas sexualmente.

Pese a que las comunidades señalaron que quienes cometieron la masacre eran personas no indígenas, sino colonos, la Policía Nacional detuvo en ese año a los guardabosques mayangnas, Argüello Lino, Ignacio Celso Lino y Donald Andrés Bruno Arcángel.

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Luego, en agosto de 2023, detuvo a Rodrigo Bruno Arcángel, Evertz Antonio Bruno Palacios, Oliver Bruno Palacios, Tony Alberto Bruno Smith y Dionisio Robins.

Cuatro de los guardabosques fueron condenados a cadena perpetua y los otros cuatro recibieron penas de 25 años de cárcel, en medio de juicios marcados por irregularidades y acusaciones fabricadas.

La organización también demanda la liberación de los los guardabosques mayangnas, Lorenzo López Henry y Silvio Hernández Miguel, quienes fueron detenidos el pasado 30 de julio de 2024 por la Policía Nacional.

Represalia por defender sus territorios

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Los guardabosques son objeto de torturas por parte de las autoridades del Sistema Penitenciario Jorge Navarro. Divergentes | Archivo.

La detención de los guardabosques es una forma de represalia por oponerse y denunciar la invasión de colonos que roban los territorios de las comunidades indígenas, ya que eran reconocidos por defender dichos suelos, denuncia Fundación del Río.

“Estos hombres que fueron presentados falsamente como criminales, dedicaron sus vidas a vigilar, monitorear y denunciar la invasión de colonos en territorios indígenas, así como la venta y arriendo ilegal de tierras, la corrupción de las autoridades y las concesiones mineras que amenazan sus territorios”, expone.

También es una forma de fomentar la impunidad contra las víctimas de estos territorios, que además de vivir ataques por los invasores, son violentados y encarcelados por el Estado por sus denuncias.

Estos guardabosques son objeto de torturas por parte de las autoridades del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo. Actualmente viven en condiciones inhumanas de encierro y sufren amenazas y abusos perpetrados por la Policía.

Según la organización, los guardabosques tienen complicaciones de salud que no han sido atendidas, como padecimientos auditivos, cardíacos, de hipertensión o visión, y otros problemas de salud crónicos.

Guardabosques sufren depresión por el aislamiento

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Las familias comunitarias víctimas de ataques de los colonos son forzadas a desplazarse y abandonar sus comunidades. Divergentes | Archivo.

Los familiares de estos indígenas exponen que están recluidos en celdas de máxima seguridad, y que desde mayo se les ha prohibido salir al patio a recibir sol o interactuar con otros presos o con sus mismos familiares que están en otras celdas.

De acuerdo con lo que han dicho los guardabosques, la negación de sacarlos de sus celdas se debe a un castigo de seis meses por parte de las autoridades penitenciarias, pero no les explicaron el motivo.

En mayo ha habido intentos de suicidarse de dos personas por esta situación. Unos están con problemas psicológicos, se sienten mal y lloran. Otros están con problemas de salud, de agua, alimentación y otras necesidades personales”, expresaron los familiares a la organización ambiental. 

Solo los guardabosques más jóvenes tienen permitido salir al patio por una hora cada cuatro días. “Sus familiares reportan que han perdido la esperanza de salir de la cárcel, una desesperanza reforzada por los comentarios de los policías del recinto”, señala Fundación del Río.

Aunque altos mandos del Sistema Penitenciario aseguraron a los familiares que existía la posibilidad de dejar libres a los guardabosques, las condenas establecidas en febrero de este año por el Poder Judicial contradicen estas versiones. 

El legado de los guardabosques indígenas

Los guardabosques son una figura de autoridad que ayuda a las autoridades tradicionales de las comunidades indígenas. Su trabajo consiste en la preservación de los recursos naturales, la limpieza de los linderos de los territorios y la vigilancia para asegurar que el área permanezca protegida.

Estos grupos denuncian la existencia de grupos de colonos que tienen permiso del Estado para apropiarse ilegalmente de los territorios indígenas y que han sido protegidos por el régimen Ortega-Murillo.

Una denuncia de organizaciones civiles ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realizada el pasado 11 de julio, expuso que solo en el primer semestre de 2024, se registran 643 casos de violaciones a los derechos de los pueblos indígenas de la RACCN.

Los casos documentados incluyen la quema de viviendas contra familias, amenazas, secuestros, torturas e incluso asesinatos. Solo en este año, las organizaciones documentan el asesinato de cuatro indígenas durante los ataques de colonos, lo que aumenta a 79 indígenas asesinados en este contexto desde 2013.


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