Joselyn Chacón, la ministra protegida de Rodrigo Chaves que está en aprietos

La funcionaria renunció a su puesto la noche de este martes siete de febrero. En este perfil se esboza a una funcionaria que está lejos del perfil de dirección de uno de los ministerios insignia de Costa Rica, pero tiene el total apoyo del mandatario a pesar de los cuestionamientos por su gestión y por la relación con un trol para atacar a periodistas en redes sociales.

La ministra de salud de Costa Rica, Joselyn Chacón, en una conferencia de prensa junto al presidente Rodrigo Chaves. Foto cortesía de Casa Presidencial.

“Quiero dejar claro que nunca pagué para lastimar a ningún diputado; a los medios sí, hay tres medios que se pasan de decir, de tergiversar la verdad”. Así parecía admitir la ministra de Salud de Costa Rica, Joselyn Chacón, en una comparecencia ante diputados, algo que durante semanas se esforzó en negar: el haber contratado a un hombre para que, mediante un personaje de redes sociales, atacara a periodistas que han hecho publicaciones desfavorables para la jerarca. 

Fue el último lunes de enero, en un episodio más de la serie que podría escribir cualquier biógrafo interesado en el caso de una médico de pueblo que llegó a ser jefa de campaña de un candidato presidencial ‘outsider’ y que acabó designada como ministra de Salud, miembro del pequeño círculo cercano del ahora mandatario Rodrigo Chaves.

Sin experiencia previa en cargos de relevancia y con una limitada capacidad de expresión, Chacón ha resultado una de las fichas simbólicas del gobierno que tomó el poder en mayo con un estilo de confrontación con los principales medios de comunicación y mostrándose alejado, supuestamente, de las estructuras de poder tradicional en el país centroamericano. Esto pasa por las posiciones de choque contra los partidos políticos a los que pertenece el 82% de los diputados, incluidos los que el lunes le cuestionaron las sospechosas explicaciones dadas durante este mes para intentar zafarse de las acusaciones de pagar “sicarios políticos”, utilizando la misma frase que el popular mandatario Chaves utilizó para referirse a periodistas autores de las publicaciones sobre este tema.

La comparecencia tuvo poco de solemne. Chacón evidenció que no siente ningún respeto por los diputados que investigan su caso como una vertiente de las investigaciones de fondo por supuestas ilegalidades en el financiamiento de la campaña electoral de Chaves, asunto que también motivó la apertura de un expediente penal en la Fiscalía General de la República que podría derivar, eventualmente, en el retiro de la inmunidad presidencial. 

“Si me obligan a venir de nuevo, yo vengo, pero me voy a abstener de declarar porque no me voy a prestar para eso. Me pueden mandar a traer con policías, pero no me voy a prestar otra vez para cancelar citas a los costarricenses para venir a escuchar estas faltas y vulgaridades de respeto”, dijo ante el foro de diputados donde su única aliada era la oficialista Pilar Cisneros, famosa por haber sido el rostro del principal noticiario del país y también por haber fungido como madrina de la candidatura de Chaves en 2022.

No era la primera vez que Chacón visitaba la Asamblea Legislativa para responder, o al menos enfrentar, preguntas de los diputados opositores que tienen clara la cercanía de la ministra con el mandatario. La primera fue en septiembre, cuestionada por el manejo de la pandemia y de la vacunación contra la Covid-19, un asunto que ha marcado contraste con el gobierno anterior y que ha permitido a Chaves recibir la simpatía de la población escéptica con la obligatoriedad de las vacunas. Chacón ha sido fiel al discurso de que cuidar la salud no debe implicar afectar la economía, sin que haya probado hasta ahora que el uso de mascarillas o la vacunación afecte las actividades de los negocios o los trabajadores, pero sí marcando una evidente distancia con el gobierno antecesor sobre cuya impopularidad se construyó buena parte del triunfo de Chaves en el 2022.

“La felicito por su valentía”

Joselyn Chacón, la ministra protegida de Rodrigo Chaves que está en aprietos
Foto cortesía de Casa Presidencial.

“La felicito por su valentía” es una de las frases que Chaves con frecuencia dirige a Chacón, en referencia a unos decretos que permitirían la importación de medicamentos adicionales a los ya permitidos, supuestamente en manos de unas pocas empresas importadoras. También le aplaude cada anuncio que haga en la habitual conferencia de prensa de los miércoles y fue quien en junio firmó la cancelación de permisos sanitarios de un parque de eventos llamado Viva, parte del grupo empresarial del diario La Nación, uno de los medios críticos de Chaves. El argumento entonces fue la falta de estudios remediales del tránsito vehicular, pero semanas después la Sala Constitucional sentenció en octubre que esa medida era en realidad una censura indirecta a la libertad de prensa, pues era público que la sostenibilidad financiera del período dependía del negocio de eventos masivos.

En enero hubo otro caso de denuncias del Gobierno contra un empresario ligado a un medio de comunicación señalado por Chaves como adversario suyo. Acusaciones por supuesta defraudación fiscal pesan contra el propietario del medio CRHoy, el sitio de noticias con cuyos periodistas más ha rivalizado Joselyn Chacón. “Maldito” fue la palabra que la ministra aceptó haber utilizado contra uno de los reporteros cuando habló sobre él con el hombre que cobraba por ofender en redes sociales bajo encargo.

Ahora se sabe que sí hubo pagos para ello, según las palabras de la propia ministra en la comparecencia del lunes, cuando se hizo acompañar de un abogado llamado Juan Diego Castro, candidato presidencial en la campaña del 2018 de conocido discurso de ataque a medios de comunicación, a políticos y a referentes del Poder Judicial. 

Con un aparato de video en la mano y exponiendo un libro en donde recopila sus escritos contra periodistas, parecía el complemento ideal para terminar de enturbiar la comparecencia y ayudar a que de poco sirviera para la investigación sobre el supuesto uso de dinero electoral para el pago de servicios de desinformación en redes sociales. Ahí fue donde dijo que “a los medios sí”, aunque un día después el Ministerio de Salud divulgó la literalidad de lo que ella dijo y afirmando que nunca pagó al trol. Ahora está claro que entre las virtudes políticas de Chacón no está la de hablar o escribir, pero algún motivo hasta ahora desconocido hace que Chaves la mantenga en el cargo.


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