Juan Sebastián Chamorro, el candidato que conectó con los jóvenes

El exdirector de la Alianza Cívica no alcanzó a probar su última cena. Fue apresado el ocho de junio en su residencia ubicada en Intermezzo del Bosque. Desde esa fecha está preso en las celdas del “Nuevo Chipote”, ha bajado 33 libras y no le permiten visitas regularmente. La última encuesta de CID Gallup lo sitúan como una de las figuras opositoras con mejor aceptación. Algunos opositores aseguran que trataba de tender puentes entre ellos y conectó con los sectores juveniles.


2 de noviembre 2021

En la casa de Juan Sebastián Chamorro y Victoria Cárdenas no se hablaba mucho de política. Era un tema que si bien no estaba vetado, pasaba de largo durante las pocas horas de convivencia que compartían. Desde mayo de 2018 hasta el siete de junio de 2021 esta dinámica se mantuvo inalterable. Fue hasta el ocho de ese mes que producto del contexto represivo, la pareja decidió que debían conversar a detalle no solo de política, sino de lo que Cárdenas debía hacer si el régimen Ortega-Murillo ordenaba la captura de su esposo.

“Íbamos a cenar, nos estábamos sentando”, recuerda Cárdenas. Esa noche la poca calma con la que convivían fue espantada por un violento ruido. La casa fue rodeada por ocho patrullas de la Policía Nacional. Los oficiales vestidos de negro y armados con fusiles de guerra entraron a la vivienda, inmobilizaron al guarda de seguridad, y secuestraron a su esposo.

Juan Sebastián Chamorro es uno de los siete precandidatos a la presidencia de Nicaragua que fue encarcelado injustamente por el régimen Ortega-Murillo. Al exdirector de la Alianza Cívica lo acusan por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional de conformidad con los artículos 410 y 412 del Código Penal, en perjuicio del Estado de Nicaragua.

La captura ilegal de Chamorro ocurrió horas después de que la Policía hiciera lo mismo con el aspirante Félix Maradiaga. Por la tarde en su cuenta de Twitter el precandidato presidencial publicó una citatoria emitida por el Ministerio Público para una entrevista a las 8:30 de la mañana del día siguiente. La nota judicial fue el preludio de la detención, dice Cárdenas, quien no ha tenido oportunidad de procesar todo lo que ha ocurrido.

La noche de su captura Chamorro no se resistió. Cárdenas recuerda a detalle el día de la captura, sin embargo, no quiere ahondar sobre esto. Solo describe la imagen que le ha marcado hasta ahora:

“Juan levanta las manos, despacio se arrodilla frente al portón de la casa y le dice a los oficiales que iban hacia él, ‘¡No estoy huyendo!’. Les clamó que no actuaran con violencia y no me hicieran daño. Yo abrí los portones, y como manada, los policías entraron a la casa y lo secuestraron. Yo me quedé cuatro horas con los policías sola mientras allanaron mi casa, mi privacidad”, narra Cárdenas.

Minutos después de que la Policía confirmara la captura de Chamorro, la cuenta oficial de la Alianza Cívica compartió un video en el que el aspirante presidencial se refería a su inminente captura. Cárdenas no sabía de ese mensaje, no supo en qué momento fue que su esposo lo grabó. Cuatro horas después, cuando los oficiales abandonaron su casa, logró escuchar el último mensaje de su esposo.

“Es muy duro ver ese video. Yo no puedo verlo porque es muy duro. Mi familia me hace falta, no está completa y todos los días lo pienso. Todos los días pienso cómo hacer para tenerlo de vuelta en la casa, para liberarlo y para levantar la voz y hacer la denuncia de lo que está pasando”, expresa Cárdenas.

Una familia bajo acoso

Juan Sebastián Chamorro, el candidato que conectó con los jóvenes

Juan Sebastián Chamorro conoció a Victoria Cárdenas a sus 19 años. Ambos tuvieron una conexión fuerte. Fueron novios y siete años después de ese primer encuentro se casaron. El matrimonio tuvo un tiempo después a Victoria Isabel Chamorro, su única hija.

Cárdenas dice que su esposo es el mismo que conoció en su juventud. Su forma de ser no ha variado ni un poco. Dice que es un hombre inquieto, amante de la historia de Nicaragua. Lo describe además como una persona muy amigable, sociable y bromista a la que siempre le ha interesado hacer cosas por su patria.

También menciona sus defectos. “Es impaciente y terco”, asegura Cárdenas, quien resta importancia a estas características. Para ella lo más relevante es su amor y pasión por su país y su familia.

Después de tanto ocurrido a Cárdenas se le dificulta recordar el último momento que tuvieron en familia. “No sé, me la ponés difícil”, dice. Trata de hacer memoria y se traslada ocho meses previo a su captura, cuando viajaron a la playa, uno de los lugares favoritos de Chamorro.

Aquella vez fue un breve escape de la realidad junto a su hija Victoria Isabel. Justo después de esa salida, el régimen le impuso ocho meses de “ciudad por cárcel”. No le permitían salir del casco urbano de la capital y era constantemente vigilado y acosado por decenas de oficiales de la Policía que grababan cada minuto de su día. 

La convivencia familiar cambió más de lo normal. Victoria Isabel cursó su último año de secundaria en medio del asedio y el temor que constantemente vivían sus padres. La persecución provocó que en la misa de graduación estuviera únicamente su mamá. Su papá tenía una decena de patrullas que le impidieron acompañarla.

La captura de Chamorro fue un duro golpe no solo para Cárdenas, sino para la hija de ambos. “Hubo un punto en que (Victoria Isabel) no quería comer nada porque me decía que su papá probablemente no estaba comiendo y me decía que no iría a la universidad porque ella no me quería abandonar ni a mí ni a su papá en Nicaragua”, relata Cárdenas.

Sin embargo, Cárdenas salió del país junto a su hija pocos días después de la captura de su esposo. Su plan era acompañar a Victoria Isabel para que empezara su vida universitaria con algo de “tranquilidad” y luego regresar al país para exigir la liberación de Chamorro. Sin embargo, el régimen informó de una investigación en su contra por cometer “actos que menoscaban la independencia”. Si entraba a Nicaragua el riesgo de terminar en prisión era alto.

El lanzamiento de la precandidatura

Antes de ser representante del sector privado en la Alianza Cívica en 2018, y de anunciar su aspiración a la silla presidencial, Juan Sebastián Chamorro fue director de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). Era habitual en los espacios de entrevistas de los medios de comunicación y también era una fuente de información primordial para los periodistas.

Cárdenas dice que la vida de su esposo y la de su familia cambió en 2018. Aunque sabía el riesgo que representaba que Chamorro adoptara un papel importante en las negociaciones entre la Alianza Cívica y la dictadura Ortega-Murillo, nunca cuestionó su decisión. Lo apoyó así como él lo hizo en tantos proyectos que ella desarrolló.

Chamorro fue director ejecutivo de la Alianza Cívica durante casi tres años. Renunció al cargo para anunciar su aspiración presidencial e inscribirse en el mecanismo de selección del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). 

“Cuando Juan decide hacer algo, lo hace de corazón. Así es él con su trabajo, con sus hobbys, con sus relaciones. Entonces esto se lo tomó muy a pecho. Durante el tiempo en que estuvo en esta casa se levantaba con la ilusión de que iba a lograr este anhelo de democracia y paz, y se acostaba con el mismo entusiasmo”, recuerda la esposa.

Durante una entrevista para la serie Presidenciables, transmitida en el canal de Youtube de DIVERGENTES, Chamorro afirmó que su principal intención para optar al cargo de la presidencia era “una vocación al servicio público”.

En 2006, durante la presidencia de Enrique Bolaños fue viceministro de Hacienda y Crédito Público. Ese mismo año empezó a dirigir la Cuenta Reto del Milenio, y justo antes del estallido social en 2018, fungía como director ejecutivo de Funides.

“Nos mueve la esperanza” era el eslogan con el que Chamorro presentó, el 27 de febrero del 2021, su precandidatura a la presidencia en un hotel capitalino. Su plan de gobierno estaba respaldado en tres pilares fundamentales que incluían la “justicia y el Estado de Derecho, el crecimiento económico sostenido, garantizando la generación de empleos, y una política con igualdad de oportunidades para los más necesitados”.

Esa misma tarde reafirmó que su precandidatura estaba condicionada a la conformación de una “plataforma opositora unificada”, acto que nunca se concretó, ni en las horas más críticas de represión. 

“El más popular”

Juan Sebastián Chamorro, el candidato que conectó con los jóvenes

Juan Sebastián Chamorro no era serio. En sus apariciones públicas mostraba mucha cercanía y carisma, sobre todo con los jóvenes, a quienes en varias ocasiones aseguró admirar. Así lo confirman quienes trabajaron de cerca con él hasta sus últimos días en libertad. 

Dos días antes de su captura, Yunova Acosta, representante del sector estudiantil en la Alianza Cívica, se encontró con Chamorro en la sede del partido CxL. Aunque nadie sabía el día preciso de su captura, esta vez ambos se despidieron con un sentido abrazo, “de esos que sabés que no vas a repetir”, expresó la joven.

Carismático, solidario, amable, perseverante, apasionado y honesto, son algunas de las cualidades que más recuerdan sus cercanos, junto a su terquedad e impaciencia en la cotidianidad y al momento de trabajar en equipo.

“A veces se enojaba cuando se decidían cosas con las que él no estaba de acuerdo. Nos decía que no podía creer lo que habíamos aprobado. Pero no podía pasar mucho tiempo en ese estado de ánimo. Luego nos acercábamos a él y regresaba a ser el mismo de siempre”, aseguró Acosta.

Pero la opinión favorable hacia Chamorro va más allá de sus cercanos. Actualmente lidera la última encuesta de la consultora CID Gallup con un 63% de opinión positiva, y un 32 % negativa. Esto a pesar de que semanas antes de las elecciones sin competencia que se realizarán el siete de noviembre, cumplirá cinco meses de detención.

A Cárdenas no le sorprende la aceptación que tiene su esposo entre sus cercanos y a nivel de encuestas. “Es parte de él”, dijo cuando se le consultó sobre el impacto que ha tenido Chamorro ante la sociedad nicaragüense. “Él fue forjando solito todo este tiempo su camino. Lo hizo con mucha pasión, con mucha entrega y con mucha dedicación”, agregó.

La realidad en el “Nuevo Chipote”

En el “Nuevo Chipote” Juan Sebastián solo ha podido recibir la visita de Ana María Chamorro, su hermana mayor. A mediados de octubre su familiar indicó que en la última visita lo notó aún más flaco, pues ha perdido 33 libras de peso desde su secuestro, algo preocupante para la estatura del precandidato.

Ese último encuentro estaba programado para dos horas, pero entre requisas y tomas de fotos de los policías, se redujo a una hora y cuarenta minutos, un tiempo demasiado breve para el tiempo que había transcurrido desde la visita anterior.

Ambos hermanos se limitaron a hablar asuntos familiares. Chamorro se concentraba en preguntar por los demás, su familia y sus compañeros. Para el nivel de aislamiento en el que se encuentra, le sobran las preguntas para intentar actualizarse sobre el mundo exterior. 

Ana llevaba una carta escrita por su hija, pero en la entrada un oficial no se la dejó pasar, así que le dijo que cerrara los ojos, y le dictó cada palabra que se había memorizado previamente. Semanas antes, los custodios le decían que habían detenido a Victoria y que la llevarían esposada a la misma cárcel como método de tortura, pero solo fue otra forma de castigo para Chamorro.

Victoria, su esposa, anhela verlo y abrazarlo. Tiene tantas cosas que decirle, que expresarle.

“Le diría que lo amo, que siempre lo voy a apoyar y que va a salir de esto pronto, porque estamos del lado de la verdad y la verdad siempre triunfa al final. Le daría mucho ánimo, lo alentaría a que resistiera y le diría que siempre voy a seguir haciendo lo posible por conseguir su libertad”, finalizó Cárdenas.

De la serie PRESIDENCIABLES: