El auge de la denominada fintech (tecnología para automatizar servicios financieros) y la apertura de las principales plataformas de redes sociales para que creadores de contenido puedan cobrar por el mismo, son corrientes de desarrollo tecnológico que no alcanzan a Nicaragua, debido a que el sistema financiero del país no cumple con la interconectividad necesaria para desarrollar estos procesos.
La falta de dicha interconectividad ha representado por años un problema para los creadores de contenido de Nicaragua ―sin importar de qué tipo―, sumado a la poca rentabilidad financiera de un país con una economía tan contraída como la nicaragüense.
Todos estos factores, forman una especie de “tormenta perfecta” tecnológica y financiera que como dijo un experto en temas de tecnología, hacen de Nicaragua una especie de “hoyo negro para los creadores de contenidos”.
Convertirse en una marca personal
Un conocido creador de contenido bajo condición de anonimato, dijo a DIVERGENTES que la imposibilidad de poder recibir pagos tanto de plataformas de redes sociales o por medio de fintechs, limita poder ganar más por el contenido creado.
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“Esto de ser influencer o que estés dedicado a crear contenido, ya sea de humor o de cualquier otro tipo, lo que te ayuda en Nicaragua es a crear una marca personal con la cual podés competir en el mercado nacional para conseguir que alguna empresa te elija para promocionar su producto. Esa es la verdadera fuente de ingresos que podés tener, no es Internet como tal”, reconoció.
El programa de membresía de X, antes Twitter, desarrollado para que creadores de contenidos puedan producir material exclusivo para la plataforma y de paso obtengan ingresos, no incluye a Nicaragua, siendo el único país de la región centroamericana bajo este estatus. Esto deja por fuera de esta iniciativa a los creadores de contenidos del país.
Facebook e Instagram no pueden realizar pagos directos a los creadores de contenido en Nicaragua, y el formato de publicidad directa tampoco está funcionando en el país.
El boom de Onlyfans no llega a Nicaragua
Onlyfans, quien ha tomado fuerza como una plataforma con contenido de tipo erótico y que permite incluso la tranmisión de contenido exclusivo para aquel suscriptor partícular que pague por el servicio, no puede ser activada en Nicaragua, tanto como por aquel que quiera suscribirse a la misma o quien quiera generar un servicio a través de la plataforma. Al menos, no lo pueden hacer utilizando tarjetas de crédito o cuentas bancarias del Sistema Financiero Nacional (SNF).
Estas plataformas de contenido o suscripción son las que los creadores de contenidos pueden monetizar con el auxilio de sitios fintech como Paypal, Stripe, Payoneer y Wise.
Sin embargo, Stripe, Payoneer y Paypal no permiten que se puedan hacer traslados directos de fondos de estas plataformas a cuentas bancarias en el (SNF).
En el caso de Wise, esta podía vincularse hasta septiembre de 2023, no sin antes que su dinero pasará por varios recortes en concepto de cobros por transferencias.
“Ese es un problema del sistema financiero local. Todas estas plataformas como Paypal o Stripe vos tenés que conectarlas al sistema financiero para que trasladen tus fondos a tu cuenta bancaria. Para eso tiene que haber un sistema de conexión con los bancos, o al menos un banco del sistema financiero nacional, para definir lo que podemos llamar como una ‘pasarela’ para que se pueda concretar el pago de los contenidos”, explicó un experto en temas tecnológicos, quien pidió omitir su nombre dado el contexto represivo en el que vive Nicaragua.
“Tampoco a las plataformas les resulta muy atractivo realizar estas inversiones en países como Nicaragua, cuando la generación de contenidos no es tan rentable o constante. No es que una gran cantidad de personas se estén dedicando a eso en Nicaragua, por lo menos a niveles que sean rentables o atractivas para las plataformas de pago”, añadió.
La vigilancia de Aduanas
Una consecuencia directa de estas restricciones es el control del régimen por medio de la Dirección General de Aduanas (DGA), quien requisa las tarjetas de débito que empresas estadounidenses envían a Nicaragua para realizar transacciones por medio de plataformas de pago.
Estas tarjetas, que llegan a Nicaragua por medio de servicios de mensajería internacional, no son entregadas directamente a sus receptores que laboran para empresas estadounidenses. Lo que ocurre es que funcionarios de Aduanas abren el sobre, revisan la tarjeta, registran los datos de sus dueños, y luego les notifican para que lleguen a traerla a una oficina de esta cartera estatal.
Cuando el usuario llega a traer su tarjeta, es sometido a un interrogatorio por Aduana sobre cuál es el giro de la empresa para la cual labora y si acaso tiene antecedentes o vínculos con alguna actividad política opositora a la dictadura.
Debido a estas restricciones, la única plataforma que todavía sigue emitiendo tarjetas de débito para depositar pagos para creadores de contenidos o colaboradores de empresas estadounidenses en Nicaragua es Payoneer, que las envía al país, no sin antes pasar por los procedimientos establecidos por Aduanas.
Bancos de Nicaragua no cumplen con requisitos
Manuel Díaz, consultor en marketing digital y creador del reconocido portal Bacanalnica, explicó que el problema principal para el desarrollo de las fintech es que el SFN no cumple con los requisitos y regulaciones establecidas por las plataformas de pago para operar en el país.
“No son restricciones en contra de este tipo de plataformas o de transacciones. Es al revés. Estas plataformas necesitan ciertos requisitos y Nicaragua no los cumple. Por eso es que no operan en el país. Estas plataformas funcionan encima de una estructura financiera que requiere de ciertos requisitos para operar”, señaló Díaz.
“Paypal que es como la moneda no oficial de Internet no funciona. Vos no podes extraer dinero de tu cuenta de Paypal, para una cuenta de banco de Nicaragua, porque Nicaragua está en un grupo de países donde el riesgo es muy alto, por no tener los requisitos para sostener esa infraestructura financiera, que a su vez, facilita que estas plataformas puedan mandar dinero”, añadió.
Vigilancia de la dictadura no trasciende problemática con fintech
Díaz descartó que el contexto de vigilancia política y el estado policial de facto impuesto por la dictadura sea un factor mayúsculo para disuadir a las plataformas de pago a establecer conexiones con Nicaragua.
Opositores y activistas defensores de los derechos humanos han denunciado que la dictadura ha instrumentalizado la Ley 976 o Ley de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y el reglamento de la Ley 977 o Ley contra el Lavado de Activos, para vigilar movimientos monetarios bancarios de objetivos de interés o incluso, ordenar el congelamiento de cuentas bancarias.
La UAF tiene la facultad de recibir y solicitar reportes de operaciones sospechosas, según establece el artículo 5 de la Ley 977 y avala a los bancos que “bajo ninguna circunstancia” revelen a un cliente, asociados, empleados que se envió información sobre ellos o se está desarrollando alguna supuesta investigación criminal.
“No tiene nada que ver. Este ambiente de vigilancia no ayuda, pero el motivo, insisto, es que el sistema financiero no cumple los mínimos necesarios. Estas cosas que no van más allá de lo que le ocurren a directamente a los cuentahabientes víctimas de la vigilancia y la represión, no trascienden más allá de Nicaragua y el repudio a estos actos”, opinó Díaz.
Nicaragua sin opciones para los creadores de contenidos
Este escenario lamentablemente es el principal motivo que determina la inviabilidad para que un creador de contenido en Nicaragua pueda vivir exclusivamente de su producción digital, a pesar de las distintas alternativas existentes para recibir contribuciones monetarias disponibles en la red.
“Deberían de poder monetizar por medio de publicidad directa en Nicaragua, pero eso desapareció. Ahí hay unos cuantos influencers que sacan alguna cantidad ínfima de dinero por salir con algún producto, pero eso es todo. Pensar que alguien va a sobrevivir de producir contenido en Internet, es mentira”, afirmó Díaz.
“No existe la cantidad suficiente de vistas en Nicaragua para que sea atractivo para la publicidad de YouTube y ya no está la opción de la publicidad directa, que sería la verdadera fuente de recursos, por lo que estamos fregados. Nicaragua es un hoyo negro para los creadores de contenidos”, sentenció.