La lluvia y el sol han estropeado las paredes de las cincuenta réplicas de las iglesias más representativas de Nicaragua. El óxido en las columnas de hierro y las grietas en los bordes de sus techos son la evidencia del abandono de una obra millonaria que, a finales de 2016, fue promovida por la Alcaldía de Managua como una de las grandes atracciones de la cuarta etapa del Paseo Xolotlán. El costo del parque temático nunca fue transparentado por la comuna capitalina, a pesar de ser financiado con fondos de los contribuyentes. La atracción dejó de “importarle” a las autoridades edilicias a partir de 2021, luego de haber gastado durante cuatro años la suma de 4, 210, 302 córdobas para su mantenimiento.
“El proyecto fue bastante turbio, hubo atrasos y se gastaron millones de córdobas que no se transparentaron. Era considerado ‘una obra maestra’ y por eso hubo interés en mantenerlo intacto. Pero luego lo dejaron abandonado”, señaló una fuente vinculada a la Alcaldía de Managua que fue consultada por DIVERGENTES para este artículo. Desde su inauguración, a finales de 2016, hasta el 2020, año de la pandemia de Covid-19, la Alcaldía de Managua fue celosa en el cuidado y mantenimiento de las réplicas para continuar impulsando entre la ciudadanía la visita a este parque temático, que resultó uno de los más concurridos del Paseo Xolotlán.
El Paseo Xolotán es uno de los proyectos insignia del régimen que co-dirige Rosario Murillo. En él convergen atracciones, museos y una zona recreativa de restaurantes a la orilla del lago que baña la capital. Las réplicas de las iglesias de Nicaragua son una secuela de otras erigidas en el año 2014: las que evocan la Vieja Managua, aquella urbe que mezclaba estilos art déco, postmodernos y neoclásicos hasta 1972, cuando fue arrasada por un terremoto de 6.2 en la escala Richter. Una ciudad cuyos recuerdos sobre su encanto han alcanzado nivel de mito entre las nuevas generaciones que habitan una ciudad chata y sin centro. A diferencia de las maquetas de las iglesias, las de la antigua capital están en “mantenimiento”, pero se mantienen cerradas al público. Un alambre y una cinta amarilla avisan que la atracción está clausurada por el momento.
“El parque era una de las pocas atracciones que recibía visitas de forma orgánica; es decir, la municipalidad nunca contrató buses para trasladar a gente de los barrios. Tampoco hizo ferias para llamar la atención. Increíblemente la población se sintió atraída por las maquetas”, insistió la fuente edilicia.
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No obstante, en pleno 2023, las réplicas están deterioradas. DIVERGENTES visitó el lugar durante el mes de junio y pudo constatar la nula presencia de visitantes en el parque temático. También se pudo comprobar que las maquetas tienen basura acumulada y los rótulos que contienen apuntes históricos de las iglesias están dañados, casi ilegibles. Hasta el aviso que expone las prohibiciones dentro del parque tampoco se lee bien producto de la intemperie.
“El gasto que hizo la Alcaldía en este proyecto y el estado del mismo demuestra que no existe una planificación y continuidad en las obras que ejecutan. Se gasta dinero sin importar si se desperdicia o no. La municipalidad se mueve al ritmo de intereses de los funcionarios que la dirigen”, expresó otra fuente especializada en gasto público municipal consultada por DIVERGENTES, quien cuestionó la entrega de contratos para el mantenimiento del parque temático.
¿Contratación justificada o negocio?
Una revisión de documentos realizada por este medio de comunicación reveló que todos los mantenimientos fueron pagados a la empresa Arte y Color Producciones, propiedad del arquitecto Gonzalo Chavarría Centeno, el mismo que construyó el parque temático de la Vieja Managua.
La empresa recibió en el 2017 la suma de 749, 363 córdobas y en 2018 le pagaron otros 999, 983 córdobas. Ese mismo año la municipalidad también lo contrató para restaurar las réplicas de la Vieja Managua por un costo de 791, 259 córdobas.
Los dos contratos más altos los pagó la comuna capitalina fueron en 2019 y 2020: por 1, 157, 709 y 1, 261, 351 córdobas respectivamente. En total, todas las contrataciones por mantenimiento, suman 4, 210, 302 córdobas en un periodo de cuatro años.
La mayoría de los contratos fueron otorgados a Chavarría Centeno bajo la modalidad de Contratación Simplificada, una figura utilizada por Fidel Moreno para favorecer a empresarios cercanos al régimen sandinista. Así lo documenta una investigación anterior de DIVERGENTES sobre el cartel de la construcción conformado por cinco contratistas que ganaron, al menos, 78 millones de dólares.
La fuente experta en municipalismo señaló que la Contratación Simplificada únicamente es un método contemplado en la Ley de Contrataciones Administrativas Municipales (801), siempre y cuando se utilice en casos de emergencia, calamidad y otras causales debidamente justificadas.
“Adjudicar un proyecto bajo este tipo de contratación también es posible si existe un proveedor único en el mercado y el bien o servicio no pudiere ser sustituido por otro, sin merma de calidad, precio, garantías o cualquier otra circunstancia relevante. En el caso del empresario Chavarría Centeno pudo otorgarse el proyecto de mantenimiento porque solo él conoce qué aplicar y cómo a las iglesias. No necesariamente por una cuestión de cercanía a Moreno o cualquier funcionario”, explicó la fuente experta en municipalismo.
Sin embargo, la fuente vinculada a la Alcaldía de Managua explicó que la adjudicación del mantenimiento de las maquetas pudo estar viciada por un antecedente puntual que se puede comprobar en el Plan de Inversión Anual (PIA) de 2018 de la Alcaldía de Managua: se trata de la inclusión del mantenimiento del parque temático de la Vieja Managua, también construido por Chavarría Centeno, pero cuyas obras de mejoras fueron asignadas a la Dirección de Ornato de la comuna.
Una nota publicada por el diario La Prensa señala que el 27 de diciembre de 2017 la ficha del proyecto fue incluida en el Plan de Inversión Anual (PIA) y aprobada por el Consejo Municipal de Managua. “El presupuesto que se destina es de un millón de córdobas y es para aplicar pintura a las maquetas, que suman cerca de 75 piezas entre edificios, casas, oficinas y áreas verdes de la famosa Avenida Roosevelt, que era la ‘cara’ de la capital en ese entonces. La Dirección de Ornato de la comuna será la encargada de darle color a las piezas”, detalla la publicación.
La fuente vinculada a la Alcaldía de Managua indicó que la Dirección de Ornato está calificada para realizar las mejoras en las maquetas por lo tanto el gasto del presupuesto en la contratación de una empresa –que dicho sea de paso construyó las réplicas– pudo haberse evitado.
“Todavía no se ha perdido la inversión de las maquetas porque se pueden rescatar, pero el dinero que sí se fue a un saco roto es el de los mantenimientos: se pagaron y para nada, porque las réplicas se están echando a perder. Es dinero desperdiciado por la falta de planeación”, cuestionó la misma fuente.
Un proyecto como pocos: bien recibido
La construcción del parque temático de las iglesias más representativas del país fue la continuación de otro proyecto ejecutado e inaugurado por la Alcaldía de Managua el 17 de julio de 2014: las 75 maquetas de los edificios de la Vieja Managua para exhibirse en el Paseo Xolotlán.
Ambos proyectos fueron desarrollados por la misma empresa Arte y Color Producciones, propiedad del arquitecto Gonzalo Chavarría Centeno. “Nadie en la Alcaldía creyó que las maquetas de la Vieja Managua iban a generar tanta curiosidad entre los ciudadanos. Recuerdo que la mayor parte de las visitas fue orgánica y eso fue bien recibido en la Presidencia”, insistió la fuente consultada por este medio de comunicación. Durante varios meses los managuas llegaron hasta esa etapa del Paseo Xolotlán a tomarse fotos a la par de las maquetas del antiguo edificio de la Asamblea Nacional o del Banco Central. Fue tanto el auge que, en agosto de ese mismo año, Rosario Murillo, confirmó que el proyecto de construcción de las réplicas de las iglesias iba a ejecutarse en 2015.
“Vamos a ir poco a poco avanzando en ese nuevo proyecto, réplicas de las iglesias que sean patrimonio cultural, patrimonio nacional de Nicaragua. Es el derecho a identificarnos, el derecho a recoger nuestro legado, el derecho a aprender de nosotros mismos, el derecho a no olvidar que somos un pueblo bendecido, un pueblo de fe, de familia, de comunidad, un pueblo de identidad y de cultura, un pueblo que se ve a sí mismo luchando, batallando con tantos rasgos que de verdad son ejemplares”, dijo Murillo.
La confirmación de Murillo provocó que los encargados de ejecutar las obras en la capital incluyeran de emergencia la construcción del nuevo parque temático, aunque sin tomar en cuenta los tiempos para la construcción. Según la fuente vinculada a la Alcaldía consultada por DIVERGENTES, las “ganas de cumplir y quedar bien” con la ‘Copresidenta’ Murillo, generaron retrasos de hasta dos años y bastante pérdidas a la municipalidad.
“Una parte de los templos debían estar colocados para marzo y el resto a finales de junio. Uno de los componentes más importantes de la ampliación del Paseo es la recreación de los monumentos arquitectónicos que existen en Nicaragua, y la principal muestra de nuestra arquitectura colonial son nuestros templos”, dijo el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, en enero de 2015, cinco meses después de la orden dada por Murillo.
No obstante, los plazos que Moreno explicó a los medios de comunicación en ese año no se cumplieron por continuos retrasos en la edificación de las estructuras. Ese año solo se pudo avanzar en la construcción de 18 réplicas y los movimientos de tierra en la etapa del Paseo Xolotlán.
“Es la misma receta: no hay planificación, no toman en cuenta los tiempos y venden humo con proyectos que en ocasiones se materializan, pero dejan errores, y en otras siguen en cola de espera como la ampliación de la Pista Juan Pablo II”, refirió la fuente municipal.
Fue once meses después, el 15 de diciembre de 2015, que se instalaron las primeras dos réplicas: la de la Catedral de Estelí y Matagalpa. “Luego continuarán las más grandes”, dijo Moreno, quien detalló que la cuarta etapa del Paseo Xolotlán tendría una longitud de 300 metros y sus principales atractivos serían las réplicas de las iglesias y un parque con un espejo de agua de 13 centímetros en un extremo para los más pequeños y 30 centímetros en el otro extremo para niños de 12 años en adelante.
Sin embargo, ocho años después, el sueño del régimen de Murillo de replicar la Vieja Managua y las iglesias más significativas de Nicaragua se oxida y descascara ante el pasmado oleaje del Lago Xolotlán, como una metáfora del destino ineludible de lo obrado en tiempos de opacidad y despotismo. Ya nadie visita las réplicas, pero sí el Paseo Xolotlán. Las razones son dos fundamentalmente: en el mismo perímetro del parque de réplicas funciona una oficina del Registro Civil de las Personas y un parque acuático que sirve para sofocar el calor infernal de la Managua actual, rodeada por un bosque de árboles de lata.