En medio de la polémica que desató la delegación de Brasil en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la modificación a una resolución de condena al régimen de Daniel Daniel Ortega y Rosario Murillo, el presidente Lula da Silva aseguró este jueves que intentará convencer al caudillo sandinista de liberar al obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión.
Lula hizo el anuncio tras reunirse con el papa Francisco en Roma. En una rueda de prensa al término de su visita a Italia y Vaticano, el mandatario brasileño explicó que lo único que quiere la Iglesia Católica en Nicaragua es que liberen al obispo Álvarez para que pueda viajar a Italia y consideró que su encarcelamiento ha sido “un error” de Ortega.
“Yo hablaré con Ortega para que le puedan dar la libertad porque es necesario aprender a pedir perdón (…) y reconocer este error”, dijo Lula, sin aclarar que la alusión de que Álvarez “pueda viajar a Italia” es una situación similar a la del obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien fue forzado al exilio en 2019.
Mientras que en Washington, donde se realiza la Asamblea General de la OEA, el texto de resolución de condena al régimen ha sufrido más modificaciones, pero conserva la “contundencia”, dijo Francisco Mora, representante permanente de Estados Unidos en el organismo interamericano. Inclusive, dijo, la crítica a la persecución religiosa en Nicaragua.
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“Se reitera (en la resolución) lo que se ha dicho en las anteriores Asambleas Generales, pero con un lenguaje más actualizado de lo que ha sucedido en Nicaragua. Hay consenso. Brasil está con algunas preguntas, pero hay consenso para condenar la situación. No se puede ser suave con una dictadura, pero los cambios de Brasil no creo que vayan a ser más que una sugerencia”, dijo Mora y agregó que el texto puede aprobarse este viernes.
Ante las críticas de diversos sectores opositores y diplomáticos por las modificaciones propuestas a la resolución, DIVERGENTES conoció que un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil dijo este miércoles que el documento citado es un texto “muy preliminar”.
El borrador está datado el pasado 14 de junio y, a lo largo de la negociación, la posición brasileña ha evolucionado. De acuerdo a Itamaraty, el Ministerio de Exteriores brasileño, se “está trabajando en la construcción de un consenso que se traduzca en una posición común de la OEA sobre la situación en Nicaragua”.
“Consciente de las violaciones de derechos humanos perpetradas por el régimen de Ortega, la delegación brasileña pretende suscribir la preocupación y condena por la retirada de la nacionalidad y la expropiación de bienes a opositores. Junto a esas críticas, el Gobierno de Lula seguirá insistiendo”, recalca el portavoz, en su posición tradicional de defender el diálogo con el régimen Ortega-Murillo. “Brasil considera esencial mantener vías de comunicación abiertas con Ortega”.
“Será un trabajo de paciencia”
Fuentes diplomáticas están expectantes en lo que pueda conseguir el presidente Lula y su diplomacia, ya que los Ortega-Murillo han demostrado en los últimos años su postura de aislarse y no atender los acercamientos planteados por diversos actores internacionales. Lula aseguró en Roma que “será un trabajo de paciencia, pero que él tiene mucha e intentará conseguirlo”.
El régimen Ortega-Murillo excarceló y expulsó del país a 222 presos políticos, que fueron trasladados a Washington en un avión fletado por el Gobierno estadounidense, pero dos presos se negaron a abandonar el país, entre ellos el obispo Álvarez, quien como consecuencia fue sentenciado a 26 años de prisión, despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a la cárcel.
Además, Ortega ha declarado interrumpidas las relaciones bilaterales con el Vaticano después de haber expulsado al nuncio (embajador Vaticano), Waldemar Stanislaw Sommertag) y el país ya no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor. Asimismo, el caudillo sandinista calificó de “mafia” a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
Nicaragua, donde más se viola la libertad religiosa
El 62.5 % de los habitantes del mundo, casi 4, 900 millones de personas, viven en países donde se vulnera la libertad religiosa, con Nicaragua entre los afectados por las mayores violaciones de este derecho, según un informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) presentado este jueves.
Los datos de este análisis, que se publica desde 1999, indican que en 61 de los 195 países del mundo se viola la libertad religiosa. La situación ha empeorado en 47 Estados desde 2021 y tan solo ha mejorado en nueve.
En 28 de ellos (incluida Nicaragua) existe persecución religiosa, y la discriminación por razón de las creencias afecta a otros 33 (Venezuela, Cuba y Haití entre ellos). En Nicaragua ha aumentado la persecución debido a un Gobierno “autoritario”, la misma causa del incremento de la discriminación en Venezuela y Cuba, según el estudio “Informe de Libertad Religiosa en el mundo” de la fundación pontificia internacional ACN.
Tal y como pasaba hace dos años, África, Oriente Medio y Asia son las partes del mundo más afectadas. El director de ACN, Javier Menéndez Ros, resaltó que el cristianismo es la religión más perseguida y discriminada, 573 millones de estas personas (el 22 % del total mundial) viven en países donde se discrimina o se persigue por religión.
Se percibe un “panorama más preocupante” que hace dos años, avisó por su parte la representante ante la Unión Europea (UE) y la ONU para ACN, Marcela Szymanski. Además, desde 2021 al menos en 40 países se han asesinado o secuestrado a personas por causa de su fe, en 36 los autores nunca o casi nunca fueron procesados judicialmente y en 34 se atacaron lugares de culto o propiedades religiosas.
“Estamos ante la ceguera y sordera voluntaria de Occidente”, incidió Szymanski, que criticó que los países de la OCDE no tomen acciones contra esta situación por “los intereses económicos y energéticos”. Esto supone que haya aumentado la impunidad en los países donde se vulnera este derecho humano, explicó. Detalló como principales razones de estos ataques a la libertad los gobiernos autoritarios, el extremismo islamista y los nacionalismos étnicos-religiosos.
(Con información de EFE).