Decenas de nicaragüenses encabezan la primera caravana migrante de este año, 2022, que salió este sábado 15 de enero desde San Pedro Sula, al norte de Honduras, hacia Estados Unidos. El medio hondureño, Contracorriente, informó que unas 600 personas de Nicaragua y Honduras integran este grupo. “La mayoría de este grupo son ciudadanos nicaragüenses que huyen del régimen de Daniel Ortega. Cruzaron por puntos ciegos la frontera entre Honduras y Nicaragua”, señaló el medio de comunicación.
Las caravanas migrantes que salieron de Honduras desde 2018 eran integradas por ciudadanos de ese país, pero luego se le han ido uniendo personas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. El año pasado, Estados Unidos fue el destino con más auge para los nicaragüenses. Entre enero y octubre de 2021, Estados Unidos registró más de 58 mil aprehensiones de migrantes nicaragüenses que ingresaron de forma irregular a ese país, cuando en 2017, un año antes de la crisis política de 2018, se registraban apenas mil aprehensiones de nicaragüenses, de acuerdo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos.
Desde la crisis de 2018 se ha registrado un aumento sostenido de nicaragüenses en la frontera con Estados Unidos, que evidencia la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018 y que se agravó el año pasado con la cascada de arrestos a dirigentes opositores en el marco del contexto electoral, según informó en noviembre el organismo de derechos humanos, Nicaragua Nunca Más.
El aumento de las aprehensiones en la frontera con Estados Unidos se notó a partir de julio del año pasado, después de la arremetida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los líderes de la oposición. Esto sepultó las esperanzas de unas elecciones libres que hubiera propiciado un cambio de gobierno.
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El analista del Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, estimó que en 2021 unos 100 mil nicaragüenses, un 2% de la población total, migraron debido al deterioro económico y el fraude electoral que perpetuó la pareja de mandatarios. Se estima que más de 60 mil escogieron a Estados Unidos como destino, mientras 40 mil huyeron hacia Costa Rica.
Huyen de Ortega y Murillo
En la caravana van varios grupos de nicaragüenses, conformados por hasta 16 personas, en su mayoría familiares, quienes coincidieron que salieron huyendo de su país porque no soportan la situación derivada por el régimen que preside Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo
Uno de los nicaragüenses que iba en la caravana– que solicitó anonimato– indicó que en “las redes sociales” se enteraron de la salida desde San Pedro Sula, y que esperan “primeramente en Dios poder llegar hasta allá”.
Agregó que en las redes sociales también supo que senadores de Estados Unidos le han planteado en una carta dirigida al presidente de ese país, Joe Biden, para que apruebe un programa de protección temporal para los nuevos inmigrantes que lleguen a la nación del norte. “Dijeron que nos iban a dar un tal TPS, no sé cómo es, para darnos la oportunidad de entrar para ver cómo trabajar allá para ayudar a nuestras familias”, enfatizó el mismo inmigrante, de 42 años.
El hombre dijo que los nicaragüenses son “reconocidos porque sabemos de todo”, y que en ese sentido, él sabe de “mecánica automotriz, enderezado y pintura” de vehículos, “soy taxista, puedo manejar y cualquier tipo de desempeño, soldadura, todo lo que nos pongan a hacer”. También indicó que viaja con tres hijos y dejó “dos “chiquitos allá”, en Nicaragua, “con mi esposa”.
“Vamos a llegar hasta donde Dios quiera”
Los inmigrantes nicaragüenses y hondureños–hombres, mujeres y niños– se reunieron desde el viernes 14 de enero en la Central Metropolitana de Transporte, de San Pedro Sula, de donde previeron salir entre las 03:00 y las 04:00 horas locales del sábado.
Según el relato de varios de los hondureños, la falta de empleo y la inseguridad son las principales causas por las que se van del país. El hondureño Olvin López, soldador eléctrico, de 30 años, indicó que decidió irse en la caravana “para sacar adelante a mi familia”. “Tome la decisión de ir a buscar un futuro mejor para mi familia y confiando en Dios lo vamos a lograr”, agregó López, quien además señaló que en algunos de los lugares que ha buscado empleo, le piden un título profesional, que no tiene.
Según su relato, Olvin, oriundo de Concepción del Norte, departamento de Santa Bárbara, en el occidente de Honduras, lleva siete meses desempleado, porque “no hay oportunidades de trabajo” en su país. “El sueño es llegar a Estados Unidos y salir adelante”, pero si tuviera una oportunidad en México, “la aprovecharía, de verdad”, subrayó.
Sobre la caravana, dijo que se enteró en redes sociales y eso le motivó a tomar la decisión de irse, “solo con un primo”, de 18 años, que es de Villanueva, Cortés, en el norte hondureño. Olvin indicó que deja a su mujer y un hijo, de tres años, quienes quedan bajo el cuidado de la madre de ella.
Una inmigrante hondureña, que tampoco se quiso identificar, relató llorando que viaja con sus tres hijos, de trece, diez y seis meses de edad, y un hermano, “huyendo porque lo quieren matar”. Agregó que vienen desde Tegucigalpa, donde trabajaba como vendedora ambulante en un mercado popular, pero que “las ventas han bajado mucho y el dinero ya no ajusta para el alquiler de la casa y la comida”.
“Vamos a llegar hasta donde Dios quiera que lleguemos”, añadió la misma mujer, cargando de pie en sus brazos a su hija de seis meses, mientras los otros dos y su hermano descansaban en una de las aceras de cemento de la Central Metropolitana del servicio de transporte interurbano de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras.
A la altura del ex peaje en la salida a Puerto Cortés, la Policía Nacional de Honduras tiene un retén en el que unos 60 elementos realizan chequeos rápidos a los migrantes. Ninguno ha sido retenido, reportó Contracorriente. En la frontera entre Honduras y Guatemala las autoridades solicitan a toda persona que pretenda cruzar a territorio guatemalteco una prueba negativa PCR o antígeno, carnet de vacunación completa, así como los requisitos migratorios habituales para ingresar al país. Personal del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos(Conadeh) dijo a Contracorriente que no han logrado verificar que avancen ciudadanos venezolanos y haitianos en la caravana.