Néstor Arce
1 de marzo 2023

“El periodismo no es para mí”, la gran mentira que me dije

Periodismo Nicaragua
Foto del autor mientras conducía una programa de radio en Managua. Enero 2009.

—Buenos días. Soy Néstor Arce, estudiante de Comunicación y me gustaría conocer la radio. 

(Así iniciaría mi viaje en los medios de comunicación en Nicaragua).

—¡Mucho gusto! Pasá, pasá. ¿Cuántos años tenés?— me preguntó una muchacha alta, de pelo crespo con cola alta y con una voz imponente, de esas “voces de radio”. 

Tenía 17 años cuando entré a esa cabina, hice mi primera prueba de locución y me quedé ahí por tres años. En las mañanas me encargaba de abrir programación y luego por las tardes recibía mis clases de Comunicación Social en la universidad. No fui el mejor, nunca me dieron una medalla de excelencia ni de esos diplomas, pero me destacaba. 

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Ya avanzado en la carrera logré hacer un fin de semana de pasantías en el extinto El Nuevo Diario por recomendación de un profesor y ese sábado me asignaron una nota en portada… no me fui de la redacción hasta que el editor cerró el diario y eso fue pasada las 11 de la noche. Le agradecí al docente pero le dije que el periodismo no era para mí, menos para salir hasta medianoche.

La vida dió vueltas y desde que renuncié a mi pasantía no remunerada de un fin de semana, ya han pasado 14 años. Ahora frente a mi computadora y en el exilio, trato junto a mis colegas hacer un periodismo comprometido a informar la realidad: que propone, que es innovador, creativo, riguroso, plural, que esté al lado de las víctimas, que fiscalice a los poderosos, que investigue, explique, que ofrezca herramientas para construir una sociedad más crítica y aporte a la democratización de Nicaragua. 

Este miércoles 1 de marzo se celebra el Día Nacional del Periodista en Nicaragua, una fecha para reconocer el trabajo y la dedicación de los hombres y mujeres que se dedican a informar. Este año, en medio de la crisis política y social que atraviesa el país, la efeméride cobra una importancia aún mayor. 

Los periodistas nicaragüenses hemos tenido que enfrentar obstáculos y desafíos sin precedentes para ejercer esta labor, pero la resiliencia en el exilio es un ejemplo de la fuerza y determinación que cientos de colegas asumen por la libertad de prensa y expresión. Muchos han tenido que dejar el país debido a la persecución y la violencia que han sufrido, pero han seguido informando y denunciando las violaciones a los derechos humanos que comete el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

La dictadura recién despojó de la nacionalidad a una docena de periodistas nicaragüenses, entre ellos nuestro editor Wilfredo Miranda, pero eso no detendrá el compromiso deontológico que cada uno asumió al firmar su primera nota periodística, tal cual médico ante su juramento hipocrático. Hoy más que nunca la reivindicación y resistencia del periodismo nicaragüense inspira a los colegas de la región, quizá también a las nuevas generaciones de reporteros, pero sobre todo, hace temblar a los que ocultan la verdad.

Que este día sea para reconocer el compromiso y la valentía de los colegas que no pueden firmar sus notas, pero que hacen un trabajo extraordinario para seguir siendo los ojos de muchos; por los colegas que han dejado sus casas, sus familias, su comodidad para continuar informando desde sus sitios web y redes sociales; por los colegas que han tenido que reiniciar sus vidas en un país ajeno, con cultura diferente, con idiomas distintos; por los colegas que ya no están de este lado de la vida y se han adelantado por diversas razones; por Ángel Gahona y que un día su asesinato tenga verdadera justicia; por Miguel Mendoza que ahora vuelve a tuitear en libertad, lejos de su familia y desterrado pero con las manos libres para compartir su irreverencia. 

Aquella noche que cerré portada me mentí a mí mismo. “El periodismo no es para mí”, dije. Luego de ese episodio pasé cuatro años en La Prensa, mi primera escuela y donde aprendí mucho. Después cuatro años más en Confidencial, tiempo que me ayudó a afianzar los conocimientos en el oficio. Y en junio cumplo tres años al frente de Divergentes con un equipo extraordinario. Seguimos.

ESCRIBE

Néstor Arce

Cofundador, director y productor multimedia de Divergentes. Junto a su equipo ha obtenido el Premio Ortega y Gasset 2022, el premio de la Sociedad Interamericana de Prensa 2022, nominado al Premio Gabo 2021 y los premios a la Excelencia Periodística Pedro Joaquín Chamorro. Ahora se encuentra refugiado en Costa Rica desde donde dirige esta redacción.