Trabajar gratis para las alcaldías y pintar murales de Carlos Fonseca: Las nuevas tareas “académicas” en la confiscada Upoli

Los estudiantes no pueden distinguir entre las actividades académicas y las actividades políticas que les imponen. Mientras algunas son señaladas como voluntarias, otras son tareas de clases. “No podemos decir que no”, señalan

Las universidades confiscadas por el régimen están bajo la vigilancia política de los brazos represores como UNEN. Divergentes | Archivo

Mientras algunas actividades son promulgadas como voluntarias, otras forman parte de tareas obligatorias de los planes de clases. La vida estudiantil de quienes estudian en la antigua Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), ahora llamada Universidad Nacional Politécnica (UNP), varía entre realizar actividades con las alcaldías, alfabetizar en comunidades empobrecidas y pintar murales de Carlos Fonseca, en conmemoración al aniversario de la revolución popular sandinista.

Entre otras actividades también deben diseñar infografías sobre la vida de Augusto César Sandino, el aclamado ícono del orteguismo; investigar sobre el “terrorismo” en Nicaragua y enumerar los avances que ha tenido el país con el gobierno sandinista.

Desde que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo canceló la personería jurídica de la Upoli y tomó la administración del recinto en febrero de 2022, estudiar en la UNP es recibir todos los días propaganda política, dice Cinthia, una estudiante de tercer año quien solicitó el anonimato.

Según ella, los estudiantes de la carrera de Diseño son más propensos a ser elegidos para estas actividades partidarias sandinistas. “Los estudiantes de Diseño somos a los que más agarran para estas cosas. Al menos yo no he escuchado a estudiantes de otras carreras que les ofrezcan las cosas que nos mandan a hacer a nosotros”, cuenta.

Recibe nuestro boletín semanal

Los murales impuestos para exaltar al sandinismo

Upoli estudiantes
Estudiantes tienen que hacer actividades académicas relacionadas a exaltar a personajes sandinistas. Divergentes | Tomada del 19 Digital

En julio de este año, diferentes autoridades de la UNP llegaron a los salones de la carrera de Diseño Integral de la Comunicación para invitar a los estudiantes a participar en la realización de un mural, pero sin especificar el contenido de este.

Cuando los estudiantes llegaron, se dieron cuenta de que se trataba de una actividad partidaria que conmemoraba la revolución sandinista y cuyo objetivo era pintar al fundador del Frente Sandinista, Carlos Fonseca Amador. 

Ante la incomodidad de muchos, las autoridades que dirigían la actividad les dijeron que era voluntario. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes hubiesen preferido ser avisados con anterioridad, señala Cinthia.

Actividades forman parte de los planes de clases

No todas estas actividades son voluntarias. Durante todo el 2022, las diferentes generaciones de Diseño Integral de la Comunicación también debieron de realizar proyectos en conjunto con las alcaldías, como parte de sus trabajos académicos para finales del semestre.

A diferencia de cuando existía la Upoli, el estudiantado tenía la opción de elegir sus temas de proyectos con total libertad. Ahora, con la administración de la UNP, los estudiantes no tuvieron esta facilidad. Las nuevas autoridades oficialistas asignaron a los grupos de clases a trabajar en el estatal, Ciudades Creativas.

Ciudades Creativas es un proyecto que fomenta el emprendimiento en Masaya, León, Granada, Estelí, Bluefields y San Juan de Oriente. En el caso de Cinthia, le tocó trabajar con emprendimientos de Masaya, mientras que a otros grupos les tocó otros departamentos y municipios.

Su tarea consistía en crear productos informativos sobre la “economía creativa” que fomenta el régimen Ortega-Murillo como solución para reducir los índices de pobreza en el país, y añadirle los característicos elementos gráficos del régimen sandinista.

El proyecto de economía creativa es administrado por Camila Ortega Murillo,  hija de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien funge como “asesora presidencial”. Su objetivo supuestamente es el fortalecimiento de “la gestión del conocimiento, emprendimiento e innovación, que impulsa nuestro modelo de economía creativa”.

Sin embargo, la realidad es que, en Nicaragua el proyecto de economía creativa se asienta sobre negocios informales y carentes de tecnificación

Al final, las infografías, brochures y banners sobre emprendimientos fueron entregados por los estudiantes en otra actividad partidaria con banderas y música del gobierno. En esta ocasión, la participación era obligatoria.

Tareas con intenciones propagandísticas

Upoli estudiantiles
Estudiantes señalan que por temor a vigilancia participan en las actividades. Divergentes | Archivo

Las infografías y diseños no quedan ahí. En este año, nuevamente Cinthia y sus compañeros de clases debieron hacer ilustraciones sobre la vida y obra de Augusto César Sandino. Esta tarea formaba parte de sus planes de clases, aunque el tema no tenía relación alguna con la materia en cuestión, ni había una enseñanza académica de por medio.

Este tipo de tareas con intenciones propagandísticas son cada vez más común en los salones de clases, dice Paula, otra estudiante del recinto de Estelí de la UNP. Dentro de las asignaciones, un profesor ordenó al alumnado de Derecho investigar “hechos de terrorismo” en Nicaragua, con especial énfasis en el año 2018. Si bien muchos intentaron realizar la tarea con la mayor objetividad posible, el desagrado de los estudiantes era evidente. 

En julio de este año, también invitaron a las y los jóvenes a participar en una actividad extracurricular, pero sin especificar en qué consistía. Cuando los estudiantes se presentaron para la actividad, se dieron cuenta que también se trataba de una actividad del Frente Sandinista para alfabetizar en diferentes comunidades.

El miedo a la vigilancia política hizo que muchos decidieran participar en estas actividades y no mostrar su inconformidad con las nuevas autoridades.

“Ahora todas las tareas y actividades de la universidad tienen que ver de algún modo con el Gobierno. Te dicen en ocasiones que podés no participar, pero no me siento segura diciendo en frente de todos que prefiero no participar, después que nos hacen llegar al lugar”, señala.

Becas disminuyeron con la confiscación de la Upoli

Ahora que Cinthia estudia en la modalidad sabatina no tiene que participar tan frecuentemente en proyectos gubernamentales, como lo hacía en la modalidad diaria. Sin embargo, al cruzarse a las clases de los sábados perdió su beca, una limitación impuesta por la administración de la UNP.

Antes de que el régimen Ortega-Murillo tomara el poder de la universidad, la Upoli ofrecía a sus estudiantes la posibilidad de conservar las becas al cambiarse de modalidad de estudio al apelar por este beneficio. Esta oportunidad fue totalmente eliminada desde el año pasado.

“Antes habían más opciones para mantener la beca, ya que si apelabas para seguir con la beca, la conservabas. Tengo una compañera que se cambió a sabatino cuando existía la Upoli y conservó su beca. Había posibilidad de ser becado en sabatino, pero ahora ya no”, cuenta.

UNEN controla asignación de becas

En general, las oportunidades para conseguir una beca en la UNP han disminuido considerablemente, indica Cinthia; puesto que ante cualquier solicitud de beca las autoridades responden que “el buen Gobierno disminuyó los aranceles”, aunque dicha reducción sólo consistió en cinco dólares menos por cada clase.

Ahora, para obtener una beca en la UNP, las y los estudiantes deben tener amistades y contactos en la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), ente que administra las becas universitarias. 

“Antes era más fácil meter papeles para las becas. Ahora de un solo te dicen ‘no, ya le bajamos al arancel’. Antes incluso te podían eximir la matrícula, si metías una carta. Todavía hay unos cupos, pero solo si tenés amigos en UNEN te los dan”, expresa.

El estudiantado de las universidades confiscadas no tiene otra opción que acatar las orientaciones brindadas por las autoridades de facto. “No nos podemos quejar, ni decir que no”, manifiestan.


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.