“Un pueblo armado jamás será aplastado”, la amenaza de Ortega antes de las elecciones

El caudillo sandinista atacó “al imperialismo”, a los empresarios y opositores este 19 de julio en un acto de circuito cerrado en la Plaza de la Revolución. “Miserables” dijo Ortega al sector privado, mientras anunciaba unilateralmente un ajuste salarial del 5%, después de tres años en que se han devaluado los salarios en Nicaragua. Ortega deja clara su alineación con Rusia.

Rosario Murillo y Daniel Ortega junto a su único invitado especial este 19 de julio: Kove Daur, el canciller de la República de Abjasia. Foto de la Presidencia.

A menos de cuatro meses para que se realicen las elecciones presidenciales en Nicaragua, el mandatario nicaragüense Daniel Ortega lanzó un grito de guerra este lunes 19 de julio, durante la celebración del 42 aniversario del triunfo de la insurrección sandinista: “un pueblo armado jamás será aplastado”, amenazó, en referencia al control que ejerce sobre el Ejército y la policía.

Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, celebraron este 19 de julio en medio de una cacería que han emprendido contra opositores. Hasta el momento han capturado a 26 personas, entre ellas aspirantes presidenciales, políticos, activistas, universitarios, campesinos y periodistas. “Han lavado millones de dólares para sembrar el terrorismo en Nicaragua (…) para intentar destruir al pueblo nicaragüense, y han fracasado”, dijo Ortega este lunes, sobre las investigaciones que hace la Fiscalía desde mediados de mayo a la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y a la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y que han servido de excusas para capturar a algunos opositores. “Han puesto en práctica el terrorismo en Nicaragua”, agregó Ortega.

El ataque contra los opositores ha sido condenado por la Organización de Estados Americanos (OEA), el Departamento de Estado y el Parlamento Europeo. Mientras la ONU ha hecho una llamado al régimen para que cese la represión y genere condiciones para la realización de elecciones libres el próximo siete de noviembre. 

Se alinea con Rusia

El régimen ha quedado aún más aislado del tablero internacional y se ha plegado más a sus aliados ideológicos: Cuba, Venezuela y Rusia. De hecho, el único invitado internacional importante que asistió fue Kove Daur, el canciller de la República de Abjasia, un país apenas reconocido por cinco países en el mundo, lo que demuestra el aislamiento internacional en el que se encuentra el régimen después de más de tres años de crisis política. 

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En paralelo a su acto en Managua, informó que una visita de Estado, encabezada por el ministro de Hacienda, Iván Acosta, y dos de sus hijos, se encontraba en Moscú. “El imperio quiere someter a la Federación Rusa, a la República Popular de China. ¡Están locos! Las potencias quieren someter a naciones como Nicaragua”, dijo en clara referencia a Washington y la Unión Europea, que han impuesto sanciones al régimen sandinista por la represión política y el cierre del espacio electoral.

En su discurso, Ortega atacó a los empresarios “que han andado hablando que se cierren las empresas”. Según Ortega, a los empresarios que “maldicen la vaca pero se tragan la leche, no les ha quedado más camino que seguir trabajando”. Porque “saben que están ganando… el día que dejen de ganar, cierran la planta y se van. Pero mientras estén ganando, ahí los van a ver, aunque se estén quejando”. El caudillo sandinista los llamó “miserables”.

Anuncian ajuste del 5% salarial

Este lunes, Ortega anunció un ajuste salarial del 5% para aplicarse a partir de agosto. Cabe destacar que durante 10 años, entre 2007 y 2017, el régimen acordó con los empresarios y los sindicatos ajustes de menos del 10% anual, para paliar la devaluación del 5% que anualmente sufría el córdoba con relación al dólar. Sin embargo, a partir de la crisis de 2018, los salarios se encuentran congelados, y por ende, han sufrido devaluaciones de más del 10%. “Hemos pasado un buen tiempo sin incrementar salario, y ¿qué dijimos? Aquí lo que hay que garantizar es el empleo”, dijo Ortega, aceptando la crisis económica que ha sufrido el país en los últimos tres años, en los que las riquezas han caído en más del 14%.

Circuito cerrado

Daniel Ortega antes de llegar al circuito cerrado montado en la Plaza de la Revolución saluda a simpatizantes y trabajadores del Estado. Foto de la Presidencia.

El 42 aniversario del triunfo de la insurrección se realizó con un evento privado inédito en un año electoral clave para el futuro de la permanencia en el poder del Frente Sandinista. Siendo un régimen que ha sido negligente con la pandemia, según han declarado expertos en salud pública, es al menos inusual que el caudillo sandinista y su esposa no se hayan dado un baño de masas de cara a las elecciones que se realizarán en menos de cuatro meses.

Por segundo año consecutivo, la celebración se realizó en la Plaza de la Revolución, y no en la Plaza La Fe, donde Ortega y Murillo demostraban todos los años su capacidad para convocar a cientos de miles de personas. 

Al igual que el año pasado, el régimen canceló la convocatoria masiva. En 2020 el argumento fue que era por el avance de la pandemia en el país, pero este año no hubo postura oficial. Estos dos años se han celebrado ceremonias de circuito cerrado, con el particular toque de Rosario Murillo: el estrado donde estaba ella y su esposo se ubicaba al norte de unas sillas que formaban un círculo y al centro una estrella pentagrama diseñada con plantas. El año pasado, por primera vez desde el inicio de la pandemia, la pareja presidencial apareció en público con mascarillas, aunque en el discurso de ese día minimizó el impacto del virus en Nicaragua. Este año, los mandatarios llegaron sin mascarillas al acto que inició con un concierto. Todos los simpatizantes en las sillas fueron seleccionados e hicieron coreografías con las músicas alusivas a la celebración.

La politóloga y economista, Edipcia Dubón, calificó el acto como un “show mediático, esotérico, acompañado de música y baile, con el objetivo de no desmoralizar a las bases orteguistas”. 

Dubón considera que Ortega se burla de las familias de los presos políticos que demandan libertad. “Como que lo que hemos los nicaragüenses de que la persecución y represión fue una ilusión”, agregó Dubón. “Pura retórica sin fundamentos ante realidades muy crueles”.

Sin actividades masivas

Para este año también se canceló la celebración del Repliegue Táctico a Masaya, una conmemoración histórica que consistía en una marcha masiva de simpatizantes sandinistas a Masaya y que finalizaba con un discurso del caudillo sandinista en la placita de Monimbó. Las autoridades no informaron por qué no se realizó la actividad, pero varios trabajadores del Estado confirmaron a DIVERGENTES que no hubo orientaciones para esta actividad. 

Para este fin de semana, se celebró el 17 de julio (día de la Alegría por la huida de Somoza Debayle) y el 18 de julio (vigilia sandinista), Rosario Murillo convocó cinco mil actividades en varios departamentos del país en pleno brote de coronavirus. Sin embargo, no mostraron grandes convocatorias y no hubo el acostumbrado acto masivo en Managua.

En la medianoche del domingo, se realizó un show de fuegos artificiales en la Plaza La Fe, y desde la mañana del lunes, caravanas de vehículos se pasearon por barrios de todo el país, tocando bocinas y con música alusiva a la celebración sandinista. 

El último 19 de julio masivo fue convocado en 2019, cuando Rosario Murillo informó que se contaban con 500 invitados internacionales, pero sin la presencia de ningún mandatario. 

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