Después de tres meses de hostigamiento estatal, bloqueo de sus cuentas bancarias y de verse forzados a retransmitir los monólogos de mediodía de Rosario Murillo, la personería jurídica de Radio María finalmente fue cancelada por la dictadura el pasado 9 de julio.
No importó incluso que Radio María haya violado sus propios estatutos que prohibían la transmisión de contenido no religioso, y más aún, político, para alargar su funcionamiento; la guillotina del régimen Ortega-Murillo le cayó de igual manera.
“Ya sabemos que Daniel Ortega y Rosario Murillo son temperamentales. Un día dicen una cosa y al otro día aparecen con otra. Lamentablemente ellos consideraron que lo mejor era clausurar por completo la radio. En las próximas horas posiblemente va a proceder la confiscación de todos los edificios, si analizamos la forma en que han sido los otros casos de cierre”, señala la investigadora de temas religiosos, Martha Patricia Molina.
La clausura de Radio María y su posible confiscación es algo que la dictadura tenía planeado desde hace tiempo, indica Molina. Solo que se ha ejecutado de manera paulatina, desde abril de este año, cuando la dictadura congeló sus cuentas bancarias para asfixiar al medio económicamente. La emisora se sostenía exclusivamente de donaciones.
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A partir de esto, la radio se vio forzada a reducir su personal. Y hace tan solo unas semanas, el pasado 26 de junio, la radio informó a través de sus redes sociales la reducción de sus horarios de transmisión, que antes era de 24 horas, para pasar a ser de las cinco de la mañana a las siete de la noche.
“Como la señora Rosario Murillo sabe que en los medios oficialistas nadie la escucha, miró una buena oportunidad para llegar a mayor número de personas, porque la Radio María tiene un alta demanda de radioescuchas que siempre están pendientes de la programación”, expresa. Aun así, esto no impidió su cierre, que detiene más de 20 años de funcionamiento en el país.
Cierre arbitrario de medios religiosos
La persecución que mantiene la dictadura contra la Iglesia católica y ahora contra la evangélica, ha desembocado en el cierre de 22 medios de comunicación de corte religioso desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018 hasta el 9 de julio de este año, de acuerdo con un recuento realizado por DIVERGENTES.
Los primeros cierres de medios religiosos no ocurrieron de forma sistemática, ni por motivo de persecución religiosa, sino política. El primer medio cerrado en este contexto fue la Radio Jerusalén, asentada en la frecuencia 106 FM, que estaba bajo la administración de los padres de Ángel Gahona, periodista asesinado el 21 de abril de 2018 cuando transmitía en directo las protestas antigubernamentales sucedidas en Bluefields, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS).
El mismo día de su asesinato, la Radio Jerusalén detuvo su transmisión y posteriormente cerró, ya que Ángel Gahona Remos y Amanda López, padres del periodista asesinado, tuvieron que exiliarse por exigir justicia al régimen Ortega-Murillo.
Transcurrieron tres años más cuando el régimen Ortega-Murillo cerró otro medio de corte religioso, en este caso el Canal TV21, también llamado Enlace Canal 21, junto con Radio Nexos de frecuencia 97.5 FM. Estos medios eran propiedad del reverendo Guillermo Osorno, de la Iglesia evangélica.
El 9 de noviembre de 2021, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) canceló la licencia del canal en TV señal abierta, y ordenó el cese de la transmisión de la radio, al asegurar que estos transmitían sin los permisos correctos.
Sin embargo, el cierre de estos dos medios ocurrieron solo tres días después de las elecciones generales, en las que Osorno denunció que hubo fraude por parte del partido de Gobierno. El reverendo había participado como candidato a la presidencia por el partido Camino Cristiano Nicaragüense.
Persecución contra medios católicos inició en 2022
Aunque el régimen siempre hostigó a la Iglesia católica desde el comienzo de la crisis sociopolítica, en 2022 arreció la represión con cancelaciones de personerías jurídicas contra organizaciones religiosas, detenciones y juicios arbitrarios contra sacerdotes, así como cancelaciones de licencias de transmisión a medios de comunicación pertenecientes a la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
La clausura comenzó el 20 de mayo de 2022. Telcor prohibió a las empresas de televisión por cable como Claro, Tigo y Sky, transmitir el Canal Católico de Nicaragua. Este se trataba del principal medio de la Conferencia Episcopal y uno de los que mayor audiencia tenía la Iglesia católica.
Las cancelaciones de Telcor a otros canales de televisión católicos continuaron los días siguientes con TV Merced, el canal de la Diócesis de Matagalpa, y el Canal Católico San José, a cargo de la Diócesis de Estelí.
Finalmente, entre el 1 y el 24 de agosto de 2022, el régimen canceló 12 radios católicas bajo la administración de la Diócesis de Matagalpa y la Diócesis de Estelí, así como una radio independiente que retransmitía misas y rezos de la Iglesia católica en San Carlos, Río San Juan.
Durante esa fecha, monseñor Rolando Álvarez, quien estaba a cargo de los medios de comunicación de la Diócesis de Matagalpa y de estar en contacto con Telcor, fue encerrado en la Curia Episcopal de Matagalpa junto con ocho miembros de la diócesis. Posteriormente fue detenido y acusado de los cargos de conspiración contra la soberanía nacional y propagación de noticias falsas.
Telcor y Ministerio de Gobernación detrás de los cierres
“Todos los medios de comunicación católicos y en general, la Iglesia católica, están bajo la mira de la dictadura sandinista. Esto se debe a la persecución indiscriminada que tiene la dictadura en contra de lo religioso. Todo lo que tenga que ver con catolicismo, la dictadura lo va a perseguir”, asegura Molina.
La mayoría de las clausuras se debieron a cancelaciones de Telcor, pero también se registraron cierres debido a las cancelaciones de personerías jurídicas ordenadas por el Ministerio de Gobernación (ahora Ministerio del Interior) contra asociaciones católicas, que tenían medios de comunicación a su cargo, tal como Radio María.
Por ejemplo, la cancelación de la Asociación de Publicadores Católicos ocurrida el 31 de mayo de 2022, provocó el cierre del periódico impreso Voz Católica de Nicaragua.
También se dieron cierres de otras radios católicas como la Radio Católica de Bluefields de frecuencia 100.5 FM, que aseguraron que su suspensión se debía a motivos económicos. No obstante, este cierre se dio durante las fechas de clausuras ordenadas por la dictadura.
Medios católicos restantes pueden ser cerrados
El cierre de Radio María ocurre después de dos años que el régimen dio una cacería extenuante a los medios de comunicación católicos. “La tendencia es que cierren todos los medios de la Iglesia. La dictadura pretende hacerle daño a la Iglesia católica por todas las formas. Es vulnerador a los derechos humanos, principalmente al derecho a la libertad religiosa. Los que van a sufrir más son los laicos, pero también se refleja una gran pérdida económica para la Iglesia católica”, expresa.
Así como sucedió en los últimos días de funcionamiento de Radio María, también es probable que medios de corte religioso retransmitan contenido propagandístico y político de la dictadura, para evitar o posponer su cierre. “Es algo que probablemente pueda replicarse en los pocos medios de comunicación que quedan en el país”, finaliza Molina.