Conflicto con Riverside Coffee deja al descubierto miedos de Ortega con el DR-Cafta 

Detrás del agresivo discurso de los operadores del orteguismo fustigando el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y alabando los supuestos néctares del acuerdo comercial con China, se esconde un miedo real de familia dictatorial, un temor de ver como la construcción de su élite económica se descalabre

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Ilustración por Divergentes

El  arbitraje que enfrenta Nicaragua en Estados Unidos por parte de la empresa Riverside Coffee LLC ha llevado a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo a dejar a un lado su retórica antinorteamericana y someterse a los  términos impuestos en el Acuerdo de Libre Comercio República Dominicana-América Central, DR-Cafta. 

Analistas explicaron que pese a que el régimen mantiene abiertamente un agresivo discurso en contra del “imperio estadounidense” y sus operadores fustigan el DR-Cafta, el arbitraje dejó al descubierto el miedo de la dictadura a las consecuencias de no cumplir con las reglas y procesos establecidos por este acuerdo comercial. 

El arbitraje se está dilucidando en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), ubicado en Washington.  Riverside Coffee LLC, reclama 690 millones de dólares en indemnización, por la destrucción masiva de su inversión en el 2018 por parte de paramilitares y fanáticos del Frente Sandinista. 

Las audiencias ya concluyeron y el proceso actualmente se encuentra en espera de una resolución del CIADI. La dictadura sandinista ha aceptado los términos impuestos en esta demanda, y contrató al bufete estadounidense Baker & Hostetler, para que la represente en el caso. 

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Manuel Orozco, politólogo de Diálogo Interamericano que participó en el debate. Cortesía

Manuel Orozco, politólogo nicaragüense y  director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del centro de pensamiento Diálogo Interamericano, explicó que pese a todo el discurso de odio político de Ortega hacia Estados Unidos, la dictadura sandinista no tiene más remedio que someterse a lo que establece el DR-Cafta en lo referente a la resolución de conflictos de inversionistas con el Estado de Nicaragua. 

“Es que tiene que defenderse. Primero, es una vinculación legal. Cuando hay una violación al tratado, tiene que haber un proceso de resolución de disputas. Si la resolución de disputas no se logra, entonces pasas a otro nivel de litigio y Nicaragua tiene que responder a todas esas cosas. No puede ausentarse de eso, porque estarías rompiendo el debido proceso y te sometes a penalidades que se pueden implementar”, explicó. 

Orozco afirmó que Estados Unidos está considerando seriamente cómo cambiar su relación contractual con Nicaragua debido a los continuos incumplimientos del tratado por parte de la dictadura sandinista, y ese es el escenario al cual más teme el orteguismo. 

“Nicaragua tiene que evitar crear más molestias o más excusas para hacer esos cambios. Pero en términos específicos, las violaciones al tratado en temas laborales y ambientales son tantas que Estados Unidos sí está considerando cómo proceder al respecto. Y entonces, en medio de eso, se presenta el litigio de una empresa de café, que tiene consecuencias mucho mayores, porque puede sentar un precedente en actividades de otras empresas que tampoco sienten una seguridad jurídica por parte de Nicaragua”, puntualizó. 

El cuidado de Ortega en su retórica antiestadounidense 

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Durante su discurso del 19 de julio de 2024, Ortega clamó por la desaparición de Estados Unidos. Divergentes | Tomada de El 19 Digital.

Los operadores políticos del orteguismo y la propaganda de la dictadura mantienen un constante discurso alabando los supuestos beneficios de acuerdos comerciales con aliados como China, pero, Ortega mantiene un especial cuidado con el tema del DR-Cafta. 

“Ortega no fustiga Cafta. No habla de Cafta. Fustiga al imperio de Estados Unidos y ese es su discurso político. Es lo que Ortega sabe hacer. Pero, realmente esto no es un problema de Daniel Ortega. Esto es un problema de la élite económica de los Ortega, de Rosario Murillo y especialmente de Laureano Ortega, quieres son los que realmente están asumiendo un rol muy importante de cómo construir su nueva élite. Les preocupa que un marco comercial como el Cafta entre en riesgo por mal manejo legal con este caso”, observó Orozco. 

El politólogo afirmó que si el caso desemboca en una resolución en contra de Nicaragua, el régimen no tiene más salida que aceptar las penalidades que se determinen. “Tienen que aceptar, no tienen muchas opciones.  Vamos a ver lo que el arbitraje presente al respecto, porque hay muchas demandas, no solamente de indemnización económica. Vamos a ver cómo resuelve el arbitraje esa petición”, opinó. 

Fin del Cafta entre los peores escenarios de la economía

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Eliseo Núñez, analista político y columnista en Divergentes. Divergentes | Cortesía

El analista político Eliseo Núñez explicó que los vínculos comerciales de Nicaragua con Estados Unidos son tan enraizados que el orteguismo está consciente de las consecuencias económicas para el país de un descalabro de las relaciones comerciales con la potencia norteamericana. 

“Aunque se fustigue el tratado de libre comercio y lo que representa Estados Unidos, Ortega está claro que representa el 25% del empleo formal directo, principalmente el empleo de zona franca. Entonces él no se puede dar el lujo de salir fuera del formato del tratado de libre comercio y tiene que aceptar las demandas que están en este”, observó. 

Una de las nuevas variantes del discurso estadounidense la encabeza Laureano Ortega, el delfín de la dictadura, que constantemente pregona el fin de la hegemonía del dólar estadounidense y el ascenso del yuan chino.  Pero, de acuerdo a Núñez, la realidad económica de Nicaragua y sus verdaderos peligros son otros.

El peor escenario que tiene Ortega es una economía sin remesas y sin tratado de libre comercio. Pero no tiene que ser el peor. Con solo una de estas dos variables que falle y la economía se viene al piso. O sea, puede que mantenga las remesas, pero que no se mantenga el tratado de libre comercio con Estados Unidos, y él estaría en un problema serio para sostener la economía del país”, destacó el analista político. 

Estados Unidos es el principal socio comercial de Nicaragua –representa el 30% de sus importaciones y es destino del 55% de sus exportaciones– de acuerdo al más reciente reporte de la Oficina de Asuntos Económicos y Empresariales del Departamento de Estado del país norteamericano. 

Este mismo reporte sobre el clima de inversión de Nicaragua 2024 advirtió que en el país se “mantienen suspendidos los derechos civiles garantizados por la Constitución, las detenciones de presos políticos, las confiscaciones de la propiedad privada y su desprecio al Estado de derecho, creando un clima de inversiones plagado de riesgo reputacional y regulación arbitraria”.

Ortega tiene que escoger entre pagar o condenar la economía 

Núñez advirtió que dada las condiciones económicas de Nicaragua y sus vínculos comerciales con Estados Unidos, la apuesta por China no es una opción viable, al menos a mediano plazo. 

“Si China empezará a comprarle productos a Nicaragua, es muy probable que la adaptación de la producción nicaragüense para poder suplir los hábitos de consumo chino lleve más de diez años. Entonces, al llevarte más de diez años, también tenés un espacio de diez años en que perderías empleo sin poder reponerlo. Y Ortega vive de lo que su aparato estatal recoge, y el aparato estatal vive de lo que recauda en impuestos. Y el tratado de libre comercio y las remesas son sus principales impulsores actualmente”, sostuvo. 

El analista también coincide en que una resolución en contra de Nicaragua conlleva a asumir las penas establecidas.  “Va a pagar. No tengás dudas. Estamos hablando de 600 millones de dólares, versus la economía del país. Tiene poco margen de maniobra para esto”, finalizó. 


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