El embajador Sullivan dejará Nicaragua y Washington nombra a un encargado de negocios

La salida en las “próximas semanas” del embajador de Estados Unidos, Kevin Sullivan, complica aún más la tensa relación diplomática con el régimen Ortega-Murillo, que mantiene el veto contra el embajador Hugo Rodríguez, nominado por el Senado norteamericano. La embajada en Managua queda en manos del encargado de negocios “a largo plazo”, Kevin O’Reilly

El embajador Kevin Sullivan brinda declaraciones en Virginia, después que los presos políticos fueron desterrados. Foto de EFE.

Después de una salida atrasada por la tensión que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene con Estados Unidos, finalmente el embajador Kevin Sullivan saldrá de Nicaragua “en las próximas semanas”. Así lo informó Washington en un pequeño comunicado y nombró al diplomático de carrera Kevin O’Reilly como encargado de negocios de largo plazo. 

Se trata de una decisión en la que no se avizora el nombramiento de un nuevo embajador en Managua, después que en julio pasado la dictadura Ortega-Murillo le negó el beneplácito al embajador Hugo Rodríguez, quien fue nominado por el Senado estadounidense. 

“Debido a la importancia y complejidad de nuestra misión diplomática en Nicaragua, el Secretario ha nombrado al diplomático de carrera Kevin O’Reilly como nuestro encargado de negocios de largo plazo. El Sr. O’Reilly se unirá a la Embajada de Estados Unidos en Managua en junio, donde trabajará estrechamente con la ministra consejera Carla Fleharty para dirigir nuestra relación bilateral con Nicaragua y continuar nuestra colaboración con el pueblo de Nicaragua”, reza el comunicado difundido por la embajada norteamericana. O’Reilly es miembro de Alto Rango del Servicio Exterior y avezado experto en la relación entre Estados Unidos y Latinoamérica.

“Llegó el momento, tras más de 4 años en Nicaragua, de empezar a despedirnos. No será fácil para nosotros después de todo lo que hemos vivido juntos, y todo el apoyo y cariño que hemos sentido de parte de los nicaragüenses”, expresó Sullivan por su parte en su cuenta de Twitter. “Nuestro compromiso de estar siempre cerca del pueblo nicaragüense, de sus aspiraciones y su bienestar, seguirá más fuerte que nunca”. 

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El embajador Sullivan ha navegado en una relación tormentosa con los Ortega-Murillo, especialmente después de 2018, cuando la pareja presidencial arremete contra Estados Unidos constantemente, al acusarlos de estar detrás del supuesto intento de “golpe de Estado”. En mayo de 2021, Ortega acusó al embajador Sullivan de intervenir en el proceso electoral. 

Meses más tarde, en octubre, la cancillería sandinista emitió una nota de prensa sugiriendo la renuncia de Sullivan. El oficialismo acusó en tono furibundo al diplomático por mantener una “continua intromisión en los asuntos propios del país”. “La soberanía, que no se discute, ni se entrega a los ‘bárbaros fieros’, no puede seguir siendo vulnerada o violentada por los mismos invasores”, se lee en la comunicación. 

El comunicado fue emitido en ese entonces horas después que Sullivan felicitó a través de su cuenta de Twitter al medio de comunicación Confidencial por su 25 aniversario “defendiendo los valores democráticos de la libertad de prensa y del periodismo independiente”. El régimen le dijo al embajador de Washington que “cese sus ataques encubiertos, sus hipócritas salutaciones, disfrazadas de una cortesía diplomática que abandonó hace tiempo”. “Que más bien ha sido y es, ejemplo de la continua, perversa, detestable injerencia invasora de los Estados Unidos en Nicaragua”, agregaron. 

La riña de los Ortega-Murillo fue tal, que hasta en la canción propagandística llamada Soberanía atacaron implícitamente a Sullivan. “Aquí todos los países tienen sus embajadores, y todos estos señores deben respetar la diplomacia, y hay uno con su arrogancia se abre en los corredores de allá de la Casa Blanca, y es que si él quiere hablar que se quite la investidura, y verá que poco dura su estancia en esta tierra”, dice la letra. 

Estados Unidos decidió mantener a Sullivan indefinidamente hasta que se resolviera el beneplácito negado al embajador Rodríguez. Sin embargo, el tema no tuvo buen término y en septiembre de 2022 el Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen dejó sentada su postura de no aceptar el beneplácito del nuevo representante del país norteamericano en Managua, a quien calificó nuevamente de “injerencista y nada diplomático”. “El señor Hugo Rodríguez no será bajo ninguna circunstancia admitido en Nicaragua y mucho menos como exponente de las peores formas de relaciones entre los Estados, que contraviene todos los postulados de la Convención de Viena”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo. 

El embajador Sullivan tuvo un rol fundamental en la operación de liberación de 222 presos políticos en febrero pasado. Fue clave para poder armar la logística que permitió la salida vía aérea del país de los encarcelados, a quienes después la dictadura les quitó la nacionalidad.


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