Monseñor René Sándigo, obispo de León, declinó su participación en representación de Nicaragua en el Sínodo de la Sinodalidad, que dio inicio este 4 de octubre en el Vaticano.
Fuentes vinculadas a la Iglesia católica confiaron a DIVERGENTES que desde Roma se decidió no invitar a ningún obispo de la Conferencia Episcopal para no exponerlos a ser desterrados por la dictadura Ortega-Murillo, cuando buscaran su regreso a Nicaragua.
Por esto, desde la Santa Sede, se decidió invitar directamente a Sándigo, conocido por tener buenas relaciones con el régimen, pero el obispo de León, finalmente declinó su participación en el evento religioso.
Ninguna autoridad eclesiástica de peso por Nicaragua
La apertura de esta reunión mundial de clérigos católicos se destacó por la falta de presencia de sacerdotes nicaragüenses y el delegado escogido por la Santa Sede, Sándigo, designó a un laico, para participar en su lugar en el evento.
Recibe nuestro boletín semanal
“Como parte de la apertura a los laicos en este Sínodo de la Sinodalidad, se nombró a este funcionario de bajo nivel que pertenece a los medios de comunicación de dicha jurisdicción eclesial de la Diócesis de León para llenar el cupo de los laicos”, indica el periodista especializado en temas religiosos, Israel González.
La otra persona nicaragüense que asistió al Sínodo de la Sinodalidad es la monja Xiskya Valladares, religiosa de la congregación Pureza de María, quien tiene más de 40 años de residir en España. Así que su participación no está relacionada con la Iglesia católica de Nicaragua, aclara González.
Sin explicación por parte de monseñor Sándigo
La decisión de Sándigo de no asistir al evento, ni enviar a otra autoridad sacerdotal en representación de Nicaragua no fue explicada por el clérigo, pero podría estar relacionada a temores de que se les prohíba la entrada al país por órdenes del régimen Ortega-Murillo, como ha ocurrido con otros curas, de acuerdo con la investigadora en temas religiosos, Martha Patricia Molina. “Aunque es solo una especulación”, aclara.
La última vez que el régimen Ortega-Murillo restringió arbitrariamente la entrada al país a sacerdotes fue el pasado 8 de septiembre, en contra del rector y director del colegio Calasanz de Managua, Mauricio Valdivia Prado.
Con él, suman a seis sacerdotes impedidos de entrar a Nicaragua desde julio de este año. Además, al menos 40 religiosos han sido directamente expulsados del país y otros 40 han sido forzados a exiliarse, de acuerdo Molina.
En total, más de 80 sacerdotes y religiosos han tenido que abandonar el país, según la cuarta entrega de su investigación Nicaragua ¿Una Iglesia perseguida?.
De acuerdo con el estudio, desde el inicio de la crisis sociopolítica en abril de 2018, hasta agosto de este año, se registran al menos 667 ataques contra la Iglesia católica, lo que vuelve a Nicaragua un país en el que se ejerce la persecución religiosa.
Monseñor René Sándigo, señalado de simpatizar con el régimen
Monseñor René Sándigo, ha sido uno de los personajes más controvertidos de la Iglesia católica en Nicaragua durante los últimos años. En primer lugar por sus apariciones públicas con funcionarios del régimen Ortega-Murillo acusados de crímenes de lesa humanidad, como el comisionado Ramón Avellán, y por su falta de pronunciamiento contra la persecución y criminalización que vive la Iglesia desde 2018.
Sin embargo, su aparente cercanía con el régimen Ortega-Murillo parece no darle garantías de no ser un sacerdote más en la lista de religiosos desterrados.
“No es alejado de la realidad asociar que los obispos y sacerdotes no salgan del país con el legítimo temor que el régimen Ortega-Murillo no les permita volver, y de esta forma dejar descabezada a sus comunidades, parroquias y proyectos pastorales”, expresó el periodista en temas religiosos, Israel González.
“El único hecho constatable ha sido que ningún obispo de Nicaragua está participando en el Sínodo de la Sinodalidad. De manera que me parece lamentable que la Iglesia local de nuestro país, que posee una experiencia pastoral rica y comprometida con la defensa de los derechos humanos, no pueda tener una segunda voz, en este caso, de un obispo, que acompañe al laico que ya se encuentra participando en Roma”, agregó.
A pesar que 2023 ha sido uno de los años en que más se han registrado judicializaciones arbitrarias contra sacerdotes, Sándigo no ha dicho ni una palabra al respecto.
Sacerdotes encarcelados y condenados por la dictadura
La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua mantiene a once sacerdotes como presos políticos: tres están condenados por delitos fabricados en juicios sin derecho a la defensa; cuatro están bajo “seminario por cárcel”; tres están encarcelados en Managua y de uno aún no se ha confirmado su ubicación exacta.
Versiones extraoficiales en la tarde de este jueves reportaron que la dictadura habría liberado al sacerdote Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de la Catedral de Estelí.
El padre Guevara fue trasladado por la Policía al Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua, el lunes 22 de mayo de 2023, para ser investigado por “asuntos administrativos de la extinta Cáritas Diocesana de Estelí”, según el comunicado policial.
El calvario de monseñor Rolando Álvarez
Entre los sacerdotes encarcelados por la dictadura, destaca el caso del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, condenado a más de 25 años de cárcel y despojado de su nacionalidad por delitos fabricados por la dictadura.
“El papel de los obispos, según la doctrina católica, es estar cercanos siempre al pueblo. Y en este caso, llama la atención el silencio que mantiene el obispo Sándigo respecto a su hermano en el Episcopado, monseñor Rolando Álvarez. Creo que este mitrado debería reflexionar si hace un bien o mal a la Iglesia con este tipo de actitudes que en definitiva rompen la unidad de una Iglesia”, indicó González.
Sínodo de la Sinodalidad, un evento católico de gran importancia
El Sínodo de la Sinodalidad es un encuentro mundial en el que históricamente solo han participado miembros de la jerarquía católica. Sin embargo, en este año se invitó por primera vez a participar a la feligresía.
El encuentro de este año destaca porque se abordará directamente con el papa Francisco temas que solían ser tabúes en la Iglesia católica, que podrían desembocar en nuevas reformas. Además, las mujeres también podrán votar por primera vez sobre los acuerdos que se hagan en la asamblea.
En estas reuniones no se abordará la situación de la persecución contra la Iglesia en Nicaragua, ya que no se encuentra dentro del Instrumentum Laboris, el documento oficial que dirige los temas de la Asamblea General del Sínodo de los obispos.
“Es evidente que para la Santa Sede la problemática nicaragüense sigue en el radar de la diplomacia del Palacio Apostólico. Sin embargo, en este encuentro, el foco son los problemas y desafíos pastorales que tienen los cristianos en el siglo XXI y las reformas que ha emprendido el pontífice para poner al día a la Iglesia”, señaló el periodista.
“De manera que, fuera de algún corrillo informal, no creo que la cuestión de Nicaragua ocupe la atención de los padres y madres sinodales”, expresó. El Sínodo de la Sinodalidad durará hasta el 29 de octubre, dando por concluido su ciclo iniciado desde el año 2021.