A Daniel Ortega y Rosario Murillo les llevó más de dos meses admitir que hubo un interés de diálogo entre ellos y Estados Unidos. La noche del dos de agosto, durante el acto del 43 aniversario de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua, el mandatario aseguró que dicha negociación no se concretó porque la administración de Joe Biden envió a un “emisario” sin usar los canales oficiales.
El argumento brindado por Ortega dista de la información que publicó The New York Times en mayo pasado, en la que asegura que Laureano Ortega, hijo de la pareja presidencial, buscó acercamiento con Washington para “aliviar” las sanciones impuestas a su entorno familiar por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Sin embargo, Estados Unidos puso como condición para poder negociar la liberación de los más de 190 presos políticos, quienes sufren tratos crueles en las cárceles del Chipote. Un pedido que el régimen rechazó e hizo encallar el acercamiento que estuvo a punto de ocurrir en Managua.
“Un funcionario del Departamento de Estado estuvo aquí (en Nicaragua), pero le dije que tenía que venir por los canales oficiales para poder recibirlo”, sostuvo Ortega, refiriéndose a las embajadas de Estados Unidos y Managua. Según el caudillo sandinista, “el agente norteamericano vino de manera clandestina”. El Departamento de Estado no ha dicho nada al respecto hasta ahora sobre el argumento de clandestinaje esbozado por Ortega.
Aunque el caudillo sandinista insistió en la supuesta clandestinidad del representante norteamericano, a juicio del analista político y exdiputado Eliseo Núñez, este tipo de acercamientos previos normalmente tienen un perfil muy bajo y un alto grado de confidencialidad, por tanto eso no quiere decir que la forma que vino el diplomático norteamericano fue clandestina. “Estos diálogos salen a la luz cuando fracasan o tienen éxito”, manifestó el también analista político.
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A criterio del opositor, el mensaje que más bien está tratando de mandar Ortega a la administración Biden con la negativa de diálogo por medio del embajador, es que Estados Unidos abra los canales oficiales para establecer un diálogo formal.
“No sé si será parte de la diatriba sin coherencia que normalmente dice Ortega o es un mensaje adicional. Lo que sucede en estos casos es que se da por cerrado cualquier intento de diálogo, porque salió a luz sin tener resultados, y la otra manera es que sale a luz para generar un diálogo formal”, dijo Núñez.
Por su parte, el economista Enrique Sáenz explicó que, en efecto, la mayor parte de las negociaciones entre países, principalmente los primeros contactos en situaciones conflictivas, se realizan de manera discreta. “Es más, en los casos más espinosos comienzan los diálogos por la vía de terceros. Las alharacas que arma Ortega en relación a Estados Unidos no son más que eso, alharacas…”, indicó.
Sin embargo, en su mensaje desde el centro de convenciones Olof Palme, Ortega descartó nuevamente la posibilidad de un acercamiento entre Washington y Managua. “Hemos preferido guardar distancia de esos mensajes que nos han enviado”, dijo envalentonado Ortega. “Ya los conocemos, por eso yo les recordaba la historia de Sandino, un diálogo de comunicación para asesinarlo”, añadió, evadiendo otra vez lo que publicó el diario The New York Times a inicios de mayo de 2022: que Laureano Ortega Murillo fue quien promovió el encuentro a través del embajador de Managua en Washington.
El diario neoyorquino además informó que un “alto funcionario del Departamento de Estado” viajó a Managua en marzo para reunirse con los dictadores, pero, a última hora, según el medio estadounidense, los Ortega-Murillo se “acobardaron” y cancelaron el intento de diálogo, una noticia que finalmente fue confirmada este dos de agosto por el mismo Ortega.
Juan Diego Barberena, abogado y miembro del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, indicó en una entrevista anterior con DIVERGENTES que a lo interno del orteguismo también están conscientes que la línea de negociación se tiene que abrir en este momento, pero antes necesitan tener una mejor posición para negociar conforme a sus intereses y sus pretensiones.
“La historia del Frente Sandinista ha sido así. Dicen: ‘No vamos a dialogar’ y terminan sentándose. Ortega va a dialogar para seguir sosteniéndose en el poder, para obtener algún tipo de legitimidad y para abrir la sucesión dinástica”, señaló el abogado.
Reitera rechazo a nuevo embajador
El mandatario nicaragüense también reiteró su rechazo al postulante Hugo Rodríguez como embajador de Washington en Nicaragua, y sentenció que no permitirá su ingreso a Managua por sus declaraciones hechas ante el Senado de Estados Unidos, el 28 de julio pasado, en las que denunció los abusos cometidos por la administración orteguista.
“Claro, en las embajadas se conspiran, ahí andan, pero este (Hugo Rodríguez) ni siquiera ha venido al país y ya empezó a despotricar, pues que se quede afuera gritando lo que quiera, pero aquí en tierra nica se respeta mi bandera, sí, se respeta la bandera”, dijo alzado Ortega.
Con relación a las declaraciones de un portavoz de la administración Biden a la Voz de América, en la que aseguró que el presidente norteamericano está firme en su decisión de mantener a Rodríguez como postulante a embajador, Ortega reaccionó sarcásticamente: “¿Será que lo van a meter en un avioncito?, ¿hasta ahí llegará la prepotencia, la locura de esta gente?”, respondió.
Este primero de agosto un funcionario del Departamento de Estado confirmó a DIVERGENTES que el embajador Kevin Sullivan seguirá a cargo de la misión diplomática de Washington en Managua, mientras “reexaminamos la situación” derivada del rechazo del régimen Ortega-Murillo al postulante embajador Rodríguez.
“Lo llevan al Congreso al que está de candidato para embajador en Nicaragua y se suelta a hablar el tipo, como que fuera William Walker, que va a ser el gobernador de Nicaragua y que va a venir a acabar con el Gobierno de Nicaragua, sí, tranquilamente hablando frente al Congreso, entonces inmediatamente le informamos que le retiramos el plácet”, aclaró Ortega.
El mandatario sandinista añadió que por mucho que Rodríguez represente a un gobierno “que quiere destruir a un gobierno con el cual está él ahí, estableciendo comunicación”, debería por lo menos “tener el cuidado de no estar haciendo mensajes agresivos ni irrespetuosos”.
Tilda de “acto demencial” visita de Pelosi a Taiwán
Por otro lado, Ortega, tildó como un “acto demencial” y “provocación” a China la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
“Este paso que han dado el día de hoy, que nosotros hemos condenado, es un acto que no tiene otra calificación que de un acto demencial de quien siente que se derrumba el imperio”, dijo el mandatario.
“Es un acto demencial propio de los Hitler, que sienten que son el imperio y entonces buscan cómo fortalecer posiciones, lanzándose a desafiar a China, a invadir”, añadió.
Ortega consideró que la visita de Pelosi a Taiwán se trata de “una actitud prepotente, un acto de invasión” por parte de EE.UU., del cual, dijo, desconoce “las resoluciones que se tomaron en las Naciones Unidas, donde se acordaron la existencia de una sola China”.
Insistió en que se trata de “un acto de prepotencia” y que Washington busca cómo “reafirmar que siguen siendo la potencia hegemónica” en el mundo. No obstante, según el mandatario nicaragüense, en el fondo EE.UU. muestra debilidad porque “está perdiendo su hegemonía”.
(Con información de EFE)