“Aquí Costa Rica Manda”, el nuevo partido político que lanzan los leales de Rodrigo Chaves

Se trata de una maniobra inédita en la política tica: nunca antes un movimiento de seguidores de un presidente se había alojado en un nuevo partido y, menos aún, sin renunciar al anterior. Así lo hace ahora el ‘chavismo’ liderado por la diputada Pilar Cisneros que, junto a un cercano asesor del mandatario, impulsa una agrupación de nombre provocador con la meta inmediata de competir en las elecciones municipales de febrero y seguir minando al sistema político tradicional

Pilar Cisneros, la jefa de la fracción oficialista en el Parlamento tico, lanza el nuevo partido adepto al presidente Rodrigo Chaves. Foto: Cortesía.

La creciente tendencia de transfuguismo político en Costa Rica subió un peldaño más de la mano del movimiento del presidente Rodrigo Chaves, que desiste de acudir a las elecciones municipales del 2024 con el partido que los transportó en los comicios presidenciales del 2022: el Partido Progreso Social Democrático (PPSD). Han montado un campamento propio y se llama: “Aquí Costa Rica Manda”. La plataforma fue lanzada con la intención declarada de dar continuidad al proyecto que lidera el mandatario con su discurso de mano dura, de combate a los poderes tradicionales y de cuestionamiento a los mecanismos de control del sistema democrático que se le ha admirado a Costa Rica durante décadas.

Sin la presencia física de Rodrigo Chaves, debido a que la ley costarricense prohíbe a los mandatarios cualquier tipo de participación partidaria, las evocaciones al “rodriguismo” atiborraron el acto de lanzamiento del nuevo partido. Lo confirmaba la sola presencia de Pilar Cisneros, madrina política del mandatario, y el publicista Federico Cruz, conocido como ‘Choreco’ en el medio publicitario y como asesor de Chaves en el mundo de la política, después de diseñarle en la campaña de 2022 una fórmula infalible: prometer de manera creíble lo que quería escuchar la gente enojada con los partidos de siempre. La apuesta ahora es impulsar la causa, sin que importe fomentar o no el sistema de partidos sobre el que se basa el andamiaje democrático costarricense.

“La gente nos nombró para apoyar al gobierno y al presidente”, dijo en su discurso Pilar Cisneros, diputada y jefa de la fracción oficialista que representa menos del 18 % de los escaños legislativos. La bancada oficialista, que hasta ahora aceptaba ser llamada por el nombre de Progreso Social Democrático (PPSD), reniega de esa bandera que los cobijó de emergencia para competir en el 2022 y abordan un “vehículo propio” para seguir apoyando al Gobierno de Chaves, dijo la legisladora. Lo hacen, sin embargo, con una maniobra que nunca se había visto: se suman a la nueva agrupación sin renunciar a la anterior, pues así siguen obteniendo beneficios previstos en las reglas internas de la Asamblea Legislativa. 

Se van sin irse

“Aquí Costa Rica Manda”, el nuevo partido político que lanzan los leales de Rodrigo Chaves
La diputada Pilar Cisneros, madrina política del presidente Rodrigo Chaves. Foto: Cortesía.

La única diputada oficialista que decidió mantenerse en su sitio es Luz Mary Alpízar, presidenta del PPSD y señalada por separarse de algunas posiciones oficialistas. Su reacción fue de asombro al ver que sus compañeros se van pero no del todo. Ni siquiera sabe si referirse a ellos como excompañeros, como tampoco las fracciones opositoras tienen claras las formas de interlocución en adelante, a pesar de que nadie duda de que la voz parlamentaria de Chaves es Pilar Cisneros.

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Por eso parece claro que es el propio Chaves el que ha señalado con su índice hacia “Aquí Costa Rica Manda” (PACRM), a pesar de que otras agrupaciones reclaman ser depositarias del “rodriguismo”, como prefieren definirse para evitar la palabra “chavismo” que refiere al movimiento populista de la izquierda venezolana impulsado por Hugo Chávez. La corriente oficialista costarricense es más bien conservadora, simpatiza con las posiciones de derecha y reniega de casi cualquier propuesta que se tilde como “progresista”. Chaves y Cisneros utilizaron en la campaña el lema de inspiración trumpista “Hagamos que Costa Rica vuelva a ser el país más feliz del mundo” y la bandera que los acoge ahora presenta letras mayúsculas y estrellas que la asemejan a la insignia de Trump en 2016, rematadas por la palabra “manda”, en mayor tamaño.

El ‘chavismo’ tico

“Aquí Costa Rica Manda”, el nuevo partido político que lanzan los leales de Rodrigo Chaves
El presidente Rodrigo Chaves durante su toma de posesión. Foto de archivo de Carlos Herrera | Divergentes.

Pero hay diferencias y una mayor que todas: el ahora expresidente y aspirante a la reelección en Estados Unidos maniobra dentro de un partido tradicional del esquema bipartidista estadounidense. El ‘chavismo’ costarricense en cambio no sólo critica a las agrupaciones tradicionales (salvo excepciones de conveniencia), sino que demuestra que la figura de los partidos políticos no necesita un marco ideológico ni un movimiento de base ciudadana; basta con un líder popular y operadores dispuestos a tomar una organización ajena, remodelarla y lanzarla con el apoyo de diputados que siguen militando en otra agrupación. “Poligamia”, han corrido a señalar voces opositoras. “Ilegalidad”, han dicho otras aludiendo a las reglas que prohíben la doble militancia.

Igual que Federico Cruz es consejero de Chaves, pero carece de un cargo formal y así puede ser presidente de PACRM, los nueve diputados tránsfugas apoyan a este partido aunque en lo formal militan aún en el PPSD del que reniegan sin querer marcharse. “Es una copia al carbón de los partidos tradicionales, que han sido maestros de la corrupción”, dijo la congresista Paola Nájera en el plenario, aunque sigue aferrada a la credencial del PPSD. 

“Lo importante es que estamos con don Rodrigo”, decía otro diputado en referencia al mandatario que este martes cumplió 15 meses en el poder respaldado por buenos indicadores macroeconómicos, a pesar de las dificultades para responder a la escasez de empleos, a la crisis de inseguridad y a las necesidades sociales de las clases medias y bajas que el presidente dice priorizar. El factor clave de Chaves, sin embargo, es el apoyo popular que al cumplir un año, en mayo, era superior a 70 %. Esta cifra, determinante para ufanarse de su desempeño, tendrá que compartirla con el candidato que él unja para ser candidato ‘chavista’ en las elecciones de 2026, sin que hasta ahora haya claridad sobre quién podría ser, más allá de rumores sobre el ministro de Transportes, Luis Amador, de alto protagonismo en el gabinete. Cisneros no podría ser porque es nacida en Perú y Cruz es sólo un operador.

Chaves no ha dicho palabra sobre el PACRM y también ha esquivado las preguntas sobre otro partido fundado por dirigentes cercanos a él. Evita las referencias directas y sólo habla de la importancia crítica de las elecciones municipales venideras para elegir alcaldes y concejales de los 82 cantones que se reparten en las siete provincias del país. También habla de la necesidad de transformar el país para las próximas décadas, pero sin aludir a siglas ni banderas, aunque sí fue informado con antelación sobre la actividad privada en un hotel de San José. Cruz ha dicho que Chaves se mantiene al margen y sólo le deseó suerte, pero que no está moviendo ni un dedo, como aseguró también que era el caso de Cisneros. “No se va a meter en política nunca más”, dijo en julio Cruz sobre la mujer que acabó dando el discurso principal.


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