Los más de 40 presos políticos que fueron desterrados a Guatemala, y que aún permanecen en ese país, se encuentran en la incertidumbre después de que finalizaran las ayudas económicas, hospedaje, servicios de salud, entre otros, que les brindaban organizaciones como la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Acnur les informó que la última ayuda económica, de un poco más de 300 dólares en promedio, la iban a recibir el 31 de enero. Con este dinero, algunos de ellos pensaban alquilar cuartos entre varios para poder pagarlos. Se calcula que son casi 70 personas las que se encuentran en esta situación, porque se incluyen a los familiares que llegaron a Guatemala a reunirse con los desterrados.
De las 135 personas desterradas a Guatemala, 74 recibieron la aprobación del reasentamiento en Estados Unidos, entre ellos el periodista Víctor Ticay, el tiktoker Cristóbal Geovanny López, conocido como Tropi Gamer, y el profesor Freddy Quezada. Nueve de ellos decidieron quedarse en Guatemala y siete se trasladaron a Costa Rica. A unas 45 personas les negaron el reasentamiento y quedaron en un “limbo” migratorio, y estos son los que permanecen en Guatemala.
El programa de reasentamiento en Estados Unidos fue ofrecido horas después que desterraron a los 135 presos políticos a Guatemala, el 5 de septiembre de 2024. La Cancillería del país centroamericano informó que los presos políticos excarcelados tendrían 90 días para regular su situación migratoria, mientras decidían si optar por el programa Movilidad Segura ofrecido por el Gobierno de Estados Unidos, u otras iniciativas como destino final.
Sin reasentamiento, ni ayudas
Sin embargo, este programa fue suspendido desde el 20 de enero, cuando el presidente Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos y redirigió la política migratoria del país norteamericano. A su vez, suspendió fondos de la cooperación internacional, por lo que los desterrados en Guatemala tampoco pueden ser asistidos con programas de Estados Unidos.
Los desterrados fueron rechazados por Estados Unidos, en su mayoría, por “falta de credibilidad” en su testimonio y por los delitos fabricados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Lester Solís, uno de los desterrados, dijo a Onda Local que la entrevista con Acnur fue cordial, sin embargo, la de OIM y la de los agentes de Migración fueron como interrogatorios. “Nosotros no sentimos como una entrevista, sino como un interrogatorio: era más como que nosotros nos acusáramos”, dijo Solís.
En las últimas semanas, los desterrados se han reunido con organizaciones civiles y religiosas para gestionar ayudas. La urgencia es por conseguir cuartos donde vivir y alimentación.
Opciones de Guatemala y España

Divergentes | Archivo.
Ante esta situación, una de las opciones que les dieron Migración y Acnur fue que solicitaran refugio formal en Guatemala para darles ayuda económica, tener un poco de protección y la posibilidad de acceder a un permiso de trabajo para sobrevivir. Sin embargo, varios de los desterrados consideran que las opciones de generar recursos en este país centroamericano es limitada para poder solventar los gastos de sus familias.
“Me estoy viendo obligado por Acnur para hacer el trámite. Si no lo hacemos, no vamos a tener apoyo por ningún lado. Tenemos que aceptar el estatus de refugiado aquí porque no tenemos a dónde ir y es cierto, pero se me hace muy duro que tenga que ser sí o sí Guatemala”, dijo Carlos Molina, uno de los desterrados, al medio de comunicación Con Criterio.
Otra de las opciones, pero a más largo plazo, es la del ofrecimiento de la ciudadanía de España. El Gobierno de España informó un mes después que los 135 nicaragüenses excarcelados y desterrados a Guatemala podían optar por la nacionalidad española, tal como lo han hecho otros nicaragüenses despojados de su nacionalidad por órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El canciller José Manuel Álbares recordó que esta oferta de la nacionalidad española es similar a la que se hizo en 2023 para los nicaragüenses que fueron despojados de la suya, y aprovechó para indicar que esa oferta se extiende a los familiares de estos.
“Mi opción no es quedarme en Guatemala, no es que yo los esté denigrando, pero en cuestiones para ahorrar y ayudar a mi hija, no voy a poder. Las condiciones y el pago mensual son equivalentes a las de Nicaragua”, dijo Molina.
Para trasladarse a España también tendrían que costear los pasajes, entre otros gastos. Se conoció que uno de los desterrados, Sergio Mena, se costeó su propio vuelo para ir a España, donde ahora se encuentra. Desde que fueron rechazados por Estados Unidos, varios enviaron correos electrónicos para iniciar el proceso de ciudadanía española. Nelly López, una de ellas, ya llenó formularios y pasó entrevistas en la embajada de España en Guatemala. A diferencia del trámite con Estados Unidos, López espera que esta vez pueda obtener la ciudadanía en España.