Daniel Ortega llamó “hijo del demonio” al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por “llevar una política de terror” durante la guerra con Palestina que inició hace más de un año. Las declaraciones ocurrieron este lunes 14 de octubre, durante la conmemoración del 45 aniversario del Ministerio del Interior (Mint) y la Policía Nacional, dos de los principales brazos represores del régimen.
La guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás empezó el 7 de octubre de 2023, cuando un ataque de Hamás se saldó con 1200 muertos y más de 240 rehenes. Tras ello, el Ejército israelí lanzó una fuerte ofensiva sobre Gaza que ha dejado más de 41 500 personas muertas.
Ortega dijo que el ministro de Israel es “Hitler, porque está llamando a destruir los pueblos de Palestina”. Además, comparó a Netanyahu con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien, según Ortega, está “queriendo comprometer a la OTAN (La Organización del Tratado del Atlántico Norte) para irse a la guerra contra la Federación de Rusia”.
“Lo que están haciendo los gobernantes norteamericanos: utilizando y armando a Israel, y lo que están haciendo junto a los gobernantes europeos, porque ahí los imperios se han unido, no se dan cuenta que llevan al planeta a una guerra total, o no les queda sencillamente más que esperar la derrota”, agregó Ortega.
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Las declaraciones del mandatario nicaragüense ocurren tres días después de que ordenara a la Asamblea Nacional a que se solicitara la ruptura diplomática con Israel, a quien calificó como “enemigo de la humanidad”.
“Gobierno fascista y genocida de Israel”
Ortega rompió relaciones luego de que la Asamblea Nacional, controlada por la pareja en el poder, aprobó una declaración, el 7 de octubre–al cumplirse un año del conflicto– en la que pedía la ruptura de relaciones con Israel, por ser “la más detestable atrocidad del siglo XXI y una de las peores de la historia de la humanidad”.
Rosario Murillo leyó una declaración, el pasado 11 de octubre, en la que llamó a Israel “gobierno fascista y genocida”.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) celebró la decisión de Nicaragua de romper relaciones diplomáticas con Israel por la continuación de la guerra en la Franja de Gaza, que se prolonga desde hace poco más de un año.
Otros países latinoamericanos como Bolivia o Colombia también han roto relaciones con Israel a raíz de la guerra en Gaza, mientras que Brasil o Chile no han dado ese paso drástico, pero sí han retirado embajadores.
Este lunes, Ortega también canceló el nombramiento de Óscar Obidio Cubas Castro como embajador nicaragüense ante el Gobierno de Israel, informó el Diario Oficial, La Gaceta.
“Por rompimiento de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Israel, déjese sin efecto el nombramiento del compañero Óscar Obidio Cubas Castro en el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario de la República de Nicaragua ante el Gobierno del Estado de Israel”, ordenó el mandatario a través del acuerdo presidencial número 181-2024.
Cubas Castro era embajador concurrente en Israel, con sede en Managua, Nicaragua, cargo al que había sido designado el 11 de abril de 2019, según el boletín oficial.
Ortega uno de los más activos en condena contra Israel
El régimen Ortega-Murillo ha sido uno de los más activos en la condena de la ofensiva israelí. En enero de 2024, pidió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ser parte de la demanda de Sudáfrica contra Israel para la Aplicación de la Convención de Prevención y Sanción del Delito de Genocidio en la Franja de Gaza.
El pasado 9 de febrero, la CIJ aceptó formalmente la solicitud de Nicaragua para intervenir en el caso que Sudáfrica presentó contra Israel ante el organismo internacional por el presunto genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
La CIJ reconoció que Nicaragua tiene intereses jurídicos legítimos para formar parte de las audiencias, lo que se ajusta a los derechos y obligaciones establecidos por la Convención sobre el Genocidio para todos los Estados miembros.
Juristas y analistas políticos consideran que con esta demanda, el régimen de Ortega-Murillo puede abrir las puertas para que otro Estado realice una demanda similar en su contra por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la pareja dictatorial y sus operadores represivos, documentados por organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas (ONU) a partir de las protestas de 2018.
Los expertos valoran que el régimen puede ser demandado de forma similar en instancias como la Corte Penal Internacional (CPI), debido a los señalamientos por su participación en delitos como persecución política y religiosa, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales y privación arbitraria de la libertad, entre otros.
Ortega dice que Israel armó a Somoza
El mandatario aprovechó para culpar a Israel de ayudar con armamento a Anastasio Somoza Debayle. “La tiranía somocista fue impuesta por los yanquis, armada por los yanquis, entrenada por los yanquis, pero también, armada por los fascistas que gobernaban Israel”, dijo Ortega. Aseguró que Israel le entregó a Somoza aviones, lanchas, fusiles, “y armamento de todo tipo, para bombardear al pueblo de Nicaragua”.
Ortega dijo que Israel colaboró con Somoza en inteligencia, seguridad y asesoramiento. “El pueblo de Israel ni sabía que los gobernantes armaban a Somoza”, señaló Ortega.
Durante su largo discurso, Ortega no se refirió a la muerte de su hermano, Humberto, fallecido el pasado 30 de septiembre, bajo régimen carcelario impuesto por la pareja de mandatarios desde el pasado 19 de mayo.
En un audio publicado por Confidencial después de su muerte, Humberto Ortega se declaró “preso político” y alertó sobre su condición de salud deteriorada a raíz de la casa por cárcel impuesta por su hermano y su cuñada, Rosario Murillo.
Humberto Ortega fue arrestado horas después de que se publicara una entrevista en la que dijo que su hermano, Daniel, no tenía sucesores en el poder, ninguneando a Rosario Murillo y a su sobrino Laureano Ortega Murillo, a quien perfilan como uno de los posibles candidatos a tomar el liderazgo de la familia.
Preguntado por su estado de salud, Humberto respondió que se sentía “bastante restablecido y animado, en la dinámica personal y política”. Sin embargo, tres semanas después de su encierro, el 11 de junio, fue llevado de urgencia al Hospital Militar, donde falleció tres meses y medio después.
Durante el acto, el director de la Policía, Francisco Díaz, consuegro de los mandatarios, dijo que las protestas que iniciaron en abril de 2018– donde se pidió la dimisión de Ortega y Murillo– fueron organizadas, planificadas y financiadas por Estados Unidos, y apoyado por sectores de la Iglesia católica, empresario y oenegés. “Pretendieron derrocar por la vía violenta a nuestro buen gobierno legalmente constituido… no pudieron ni podrán, con la paz no se juega, con la paz no se juega”, dijo Díaz.