El número de personas haitianas y cubanas que migran a través de Nicaragua hacia Estados Unidos se ha duplicado entre principios de junio y finales de octubre de este 2023, lo que ha alcanzado cifras migratorias históricas, revela la investigación, Una crisis migratoria sin precedentes: caracterizando y analizando su profundidad, realizado por los investigadores Manuel Orozco y Patrick Springer, y divulgado por el reconocido centro de pensamiento Diálogo Interamericano.
Esto ha convertido a Nicaragua en uno de los principales países de la región que sirve como “puente” para el tránsito de personas migrantes con rumbo al norte, todo bajo la autorización de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El régimen ha permitido cientos de vuelos chárteres desde las capitales de Haití y Cuba, Puerto Príncipe y La Habana respectivamente, hasta el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Managua.
Solo entre agosto y octubre de 2023, se realizaron más de 260 vuelos chárteres desde Puerto Príncipe a Managua, en los que han viajado más de 30 000 personas haitianas. Esto representa casi el 60% de los encuentros de migrantes haitianos que llegan a las fronteras entre Estados Unidos y México, señala la investigación.
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También se contabilizan 50 vuelos chárteres mensuales desde La Habana a Nicaragua en 2023, en los que viajan un promedio de 5700 pasajeros. Esta cifra equivale al 40% del número de llegadas de personas cubanas a las fronteras de Estados Unidos y México.
Desde enero hasta finales de octubre se estiman que más de 100 000 personas han viajado a Estados Unidos utilizando a Nicaragua como puente migratorio. Esto representa el 4.5% de todas las entradas irregulares en la frontera entre Estados Unidos y México.
Migración como arma política exterior
Los vuelos chárteres no solo han aumentado significativamente en los últimos meses, sino que se han realizado sin ninguna regularización de las autoridades migratorias nicaragüenses que han dado paso libre a los migrantes caribeños.
Cabe destacar que los vuelos chárteres son un tipo de vuelo que no forma parte de los vuelos regulares y se organizan para un grupo de personas que los contratan. Los tickets aéreos de estos dos países a Nicaragua varían entre 3000 y 5000 dólares por persona, según los investigadores.
En una investigación reciente de Orozco junto con la agencia de noticias Associated Press (AP), señaló que el gran flujo de migrantes haitianos y cubanos está siendo utilizado por el régimen Ortega-Murillo para negociar acuerdos con los Estados Unidos con el objetivo de demandar el retiro de las sanciones contra ellos.
Las últimas sanciones realizadas por el Departamento de Estado de los EE. UU. se ejecutaron el pasado 29 de septiembre, en las que se restringió la visa de 100 funcionarios orteguistas. Otras sanciones han incluido el congelamiento de cuentas bancarias de funcionarios, sanciones económicas que restringen determinadas inversiones y relaciones comerciales con Nicaragua, entre otras medidas que han golpeado la economía de los Ortega-Murillo.
Orozco también destaca que la autorización de vuelos chárteres a Managua han sido en momentos estratégicos. Esto porque el aumento de la llegada de haitianos y cubanos a Nicaragua ocurre en medio de la ola migratoria más grande que ha enfrentado Estados Unidos en décadas.
Solo entre enero de 2021 y septiembre de 2021 más de 7.5 millones de migrantes irregulares llegaron a la frontera entre Estados Unidos y México, de acuerdo con la investigación de Orozco y Springer.
“El gobierno de Ortega sabe que tienen pocas herramientas políticas importantes a la mano para enfrentar a los Estados Unidos, por lo que tienen la migración armada como una forma de atacar”, dijo Orozco a AP. “Este es definitivamente un ejemplo concreto de migración de armas como política exterior”, añadió.
Falta de regularización puede aumentar casos de trata
La utilización de la migración de personas haitianas y cubanas es una violación a las normas internacionales sobre la movilización ordenada y regularizada de personas.
Además, vulnera los derechos de las personas caribeñas que llegan al país sin ninguna política de protección a migrantes. Y surge en medio de un negocio de las aerolíneas que pueden aumentar los casos de trata.
Esta situación se agudiza con la falta de refugios a víctimas de trata que hay en el país y con la falta de medidas efectivas para atender a víctimas, prevenir el delito y sancionar a los agresores.
Según el informe de 2023 del Departamento de Estado de EE. UU., el régimen Ortega-Murillo realizó medidas insignificantes para luchar contra la trata en el último año, evaluación que se ha repetido quinquenio.
Nicaragua no tiene políticas de protección a migrantes
Orozco y Springer señalan que “los municipios de América Central y del Sur también están sintiendo los efectos del aumento de la migración dentro de sus ciudades y, a menudo, no tienen los mismos recursos a su disposición para atender la crisis. Un gran problema que enfrentan actualmente es la falta de recursos, específicamente suministros médicos”.
Pese a la clara crisis migratoria que enfrentan especialmente las personas haitianas, Nicaragua sigue sin tener una política que atienda la migración de tránsito en el país, tampoco proporciona servicios humanitarios básicos a quienes llegan, lo que hace que muchos estén en el país en condiciones precarias.
La investigación destaca que el régimen Ortega-Murillo tampoco ha participado en iniciativas interregionales con otros países de la región para la búsqueda de soluciones ante el aumento de la migración.
Pues, en la cumbre migratoria que se realizó en México el 22 de octubre, Nicaragua fue el único país de Centroamérica que no participó, pese a que los gobernantes solicitaron cooperación y coordinación entre los Estados. Los países participantes en la cumbre fueron Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Belice, Colombia, Ecuador, Venezuela, Cuba y Haití.
No obstante, el estudio también señala que los acuerdos realizados en dicha cumbre fueron insuficientes, ya que no hacen referencia a proteger los derechos de las personas migrantes e ignora las condiciones que han llevado a las personas a migrar, especialmente en los casos de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela.