Sheynnis Palacios llega a Costa Rica, pero nicas sufren la desilusión de no poder saludarla

La televisora GenteOpa les “quebró” a los nicaragüenses la ilusión de ver y saludar a su reina de belleza mundial por primera vez, en persona. A pesar que el canal costarricense, y nuevo dueño de los derechos de transmisión en Costa Rica, hizo una invitación pública para recibir a Sheynnis Palacios, al final la acapararon y la apartaron de su gente, que la esperó con fervor desde muy temprano en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría

Sheynnis Palacios
La Miss Universo Sheynnis Palacios llega a Costa Rica y los organizadores de su traída sólo la dejan darle un saludo fugaz a los nicas. Foto de Carlos Herrera | Divergentes.

Eran nicas. No había duda de eso: vestidos de azul y blanco, con la bandera de Nicaragua bajo el sobaco, emocionados, de poco a poco, desde muy temprano este 26 de febrero colmaron el exterior del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría. Todos casi con la misma expresión: “Venimos a recibir Sheynnis, ¡nuestra Miss Universo!”. 

Eran nicaragüenses residentes y exiliados en Costa Rica, unidos por el orgullo nacional que esta joven de 23 años suscita desde que se coronó como la mujer más bella del mundo, según el certamen Miss Universo, que se realizó en noviembre de 2023 en El Salvador. Había mucha expectación por verla porque, desde que su beldad fue entronizada, no ha podido regresar a Nicaragua. 

Es la reina de belleza mundial que más ha tardado en regresar para celebrar en su país. En el caso de Sheynnis, tres meses. Y aunque ella no lo diga, sobre todo porque su contrato y los reglamentos de Miss Universo se lo impiden, queda claro que volver a Nicaragua es una opción remota, debido a que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo criminalizó a la organización Miss Nicaragua: desterró a Karen Celeberti, a su hija y luego apresó al marido y al hijo de la directora de la franquicia. 

Resulta complejo regresar a Nicaragua para someterse a cualquier extorsión de un régimen totalitario, uno que también no duda en guillotinar a quien no le baje la cabeza, más aún cuando la pareja presidencial crea que les genera riesgos a su control autoritario.

Recibe nuestro boletín semanal

De modo que la llegada de Sheynnis a Costa Rica, uno de los epicentros del exilio y la migración nicaragüense histórica, resultó una especie de paliativo a falta de poder celebrar en su patria secuestrada: “tan cerca y lejos de su casa”, repetían los presentadores exiliados de los noticieros que acudieron al aeropuerto para dar cobertura a la llegada de la Miss Universo. 

“Welcome Miss Universeeeeeeee”, gritaba una muchacha entusiasta a cada tanto, provocando una ovación que era remachada con la canción Nicaragua Mía, pero con la letra alterada, sustituyendo a Rafaela Herrera (la heroína nacional que a cañonazos derrotó a los piratas) con el nombre de la bella espigada y morena de raíces diriambinas: “bella y valiente de veras / es la mujer que aquí nació / igual a Sheynnis Palacios / que al mundo entero conquistó”. La miss convertida en símbolo imperecedero, en protagonista de un país que bajo la dictadura Ortega-Murillo se ha quedado sin referentes genuinos a los que admirar. 

GenteOpa empaña recibimiento a Sheynnis Palacios

A pesar de que los eventos a los que Sheynnis viene a Costa Rica son de carácter “privados”, el organizador de la traída de la reina de belleza universal, y nuevo dueño de los derechos de Miss Universo Costa Rica, el canal de tevé GenteOpa, hizo una convocatoria pública para recibirla. “¡La espera finalmente terminó! Este lunes 26 de febrero desde las 12:00 mediodía te esperamos en el aeropuerto Juan Santamaría para vivir juntos la llegada de Sheynnis Palacios a Costa Rica”.

Y los nicas fueron más que puntuales. Desde antes de las nueve de la mañana ya habían llegado a la terminal aérea internacional los primeros grupos. Con el paso del tiempo, el número de personas aumentaba. Al final fueron más de 200 personas que pidieron permiso en sus trabajos para recibir a Sheynnis. Fue una mañana particularmente calurosa, un sol semanasantero que doraba el valle central tico, y que se asemejaba al calor de la casa arrebatada por los dictadores. Hurras y canciones para una reina cuyo aterrizaje estaba previsto para mediodía. 

“Ella es nuestro orgullo. Con su humildad ha representado dignamente al pueblo nicaragüense. Su historia de vida, de una mujer que soñó con ser Miss Universo y lo logró, es inspiradora. Representa a la mujer trabajadora, a ese pueblo que le ha costado surgir”, dijo a DIVERGENTES Marianela Castilla, una mujer que reside desde hace 30 años en Costa Rica. 

Castilla era de las más extasiadas con la llegada de Sheynnis. “Nos sentimos honrados de que ella nos dé este brillo a los nicaragüenses, a pesar de las circunstancias. Es lamentable que Sheynnis sea la primera Miss Universo que no pueda ir a su país, por eso le damos la bienvenida como una reina que se lo merece”. 

El júbilo estaba a tope. Los nicas cantaban el himno de Nicaragua, bailaban, tocaban un tambor, brincaban, hacían bromas… “¿Quién viene”, preguntaban unos viajeros colombianos que salían de la terminal. “Miss Universo, Sheynnis Palacios”, respondía la multitud al unísono, con un marcado tono de orgullo. Pero pasó el mediodía y la bella no aparecía. 

  • Sheynnis Palacios
  • Sheynnis Palacios
  • Sheynnis Palacios
  • Sheynnis Palacios
  • Sheynnis Palacios

A pesar que los presentadores y camarógrafos de GenteOpa llegaron a entrevistar y a transmitir la algarabía de los nicas, lo que hizo suponer que por allí sería recibida Sheynnis, al final no fue así. Entre la multitud empezaron a ver el live del canal organizador y vieron que Miss Universo era recibida en otra puerta, en la terminal doméstica del Juan Santamaría, a casi unos 500 metros de donde estaban los nicas. “¡Viene de blanco, viene de blanco!”, gritaron un par de muchachas. En ese momento todo fue combustión. “Va a salir por otro lado”, gritó otro muchacho. 

Decenas salieron corriendo de la terminal internacional hacia la doméstica, a intentar interceptar una sonrisa y un saludo de Sheynnis. Una pequeña estampida en la que algunos se cayeron al asfalto caliente. Apenas unos pocos consiguieron la gracia de la bella planetaria al verla de lejos en el auto que, raudo, la transportaba. 

Los organizadores de GenteOpa, a pesar de hacer una convocatoria pública, acapararon a la Miss Universo. La subieron en una camioneta blanca y ella bajó el vidrio para saludar a los suyos, pero fue imposible concretar el ademán porque el conductor pisó a tope el acelerador, dejando una estela de descontento y desazón. 

GenteOpa les quebró a los nicaragüenses la ilusión de ver y saludar a su reina mundial, a la Sheynnis que tanto los representa: la muchacha esforzada que vendía buñuelos y que nunca se cansó de perseguir el sueño de la belleza absoluta, el hito que alcanzó hace tres meses en El Salvador, cuando en su cabeza de pelo castaño le colocaron la corona de Miss Universo. 

No se trataba, pues, de un “evento privado”, sino de una epifanía para los nicas: estar cerca de su reina. Pero los organizadores de GenteOpa no lo interpretaron así y, en cambio, solo usaron a los nicas para su transmisión. “Me siento como en casa. Estar en Centroamérica es como sentirme en mi país. El calor latino me llena de mucha energía y de mucha motivación para continuar con mi labor como Miss Universo”, dijo Sheynnis a los periodistas de GenteOpa al salir de la terminal doméstica.  

“Es una injusticia lo que nos hicieron, porque venimos aquí porque ellos nos invitaron. Venimos sin desayunar, pidiendo permiso en el trabajo para que nos hicieran esto. Es mal plan, son unos malos”, espetó una joven. Y todo terminó como empezó: con una multitud desangrándose poco a poco. 


La información que publicamos en DIVERGENTES proviene de fuentes contrastadas. Debido a la situación en la región, muchas veces, nos vemos obligados a protegerlas bajo seudónimo o anonimato. Desafortunadamente, algunos gobiernos de la región, con el régimen de Nicaragua a la cabeza, no ofrecen información o censuran a los medios independientes. Por ello, a pesar de solicitarlo, no podemos contar con versiones oficiales autorizadas. Recurrimos al análisis de datos, a las fuentes internas anónimas, o las limitadas informaciones de los medios oficialistas. Estas son las condiciones en las que ejercemos un oficio que, en muchos casos, nos cuesta la seguridad y la vida. Seguiremos informando.