2023 cerró con liderazgos opositores de Nicaragua fragmentados y sobreviviendo luego “del vuelo del destierro”

La estrategia represiva de Daniel Ortega y Rosario Murillo de expulsar a la disidencia del país logró entorpecer su trabajo político. El 2023 cerró sin lograr la unidad de todos los sectores opositores, mientras sus líderes políticos pierden puntos en las encuestas. Continuar en el activismo político en el exilio, la confiscación y las secuelas de la cárcel “es una labor titánica”, dice Félix Maradiaga, exprecandidato presidencial y desterrado político.

presos políticos
Desterrados celebran su liberación en las afueras de un hotel en Washington el 11 de Febrero de 2023. Foto: Divergentes | Miguel Andrés.

La operación para sacar a 222 presos políticos de las cárceles de Nicaragua y enviarlos a Washington, Estados Unidos, es conocida como “el vuelo de la libertad”. Sin embargo, para Donald Alvarenga, uno de los liberados, en realidad resultó ser  “el vuelo del destierro”. 

Alvarenga, de 58 años de edad, es un ingeniero agrónomo de Chinandega, en el occidente del país,  capturado en 2021, previo a las elecciones presidenciales en las que Daniel Ortega y Rosario Murillo se autoeligieron para gobernar cinco años más

Este hombre hizo historia en el país por una razón que no le hubiese gustado: se convirtió en la primera persona condenada por la Ley de Ciberdelitos, uno de las legislaciones represivas aprobadas por el régimen desde finales de 2020, para acallar a los opositores que utilizaban las redes sociales para mostrar su descontento.

La verdadera razón de la captura es que Alvarenga, un exmiembro del Ministerio del Interior en la década de los ochenta, es un disidente que encabezó el movimiento opositor en su pueblo, Chichigalpa, en los primeros meses de 2018. Luego, formó parte de organizaciones opositoras, como la Unidad Nacional Azul y Blando (UNAB). 

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“Aquí la estamos soplando solos”

Durante su juicio fueron presentadas como “pruebas” para condenarlo sus cuentas de WhatsApp y de Facebook, en las que publicaba críticas en contra del Gobierno. “Fue un juicio totalmente montado”, dice Alvarenga, desde Miami, donde ahora vive. Finalmente fue sentenciado a 12 años de cárcel. 

Luego de haber sido desterrado a Estados Unidos, Alvarenga se ha dedicado casi por entero a superar una serie de vicisitudes. En abril fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica: sus riñones funcionan al 14%. Necesita un trasplante de riñón. Mientras tanto, se realiza él mismo una diálisis peritoneal con una máquina que le prestaron en el hospital. Su familia todavía está en Nicaragua: tres hijos y su mamá, quien tuvo un derrame hace unos meses. 

Por estas razones es que quizás la voz y el rostro de Donald Alvarenga se ven cada vez menos en los medios de comunicación criticando a la dictadura. “Aquí la estamos soplando solos”, enfatiza Alvarenga.  

Sólo en Miami, hay otros siete desterrados que se encuentran en “una situación de riesgo” similar a la de Alvarenga. Además de su caso, María Esther González padece de osteoporosis, y otros seis expresos políticos son mayores de 60 años edad, y por lo tanto, no encuentran empleos para pagar las cuentas en Estados Unidos. 

Esta es una realidad para la mayoría de los 222 desterrados: luego de aterrizar en Estados Unidos se han tenido que acomodar a un nuevo país, con todas las dificultades que eso implica, y eso les quita tiempo y energía para el activismo político. Sólo algunas voces opositoras resuenan en los medios de comunicación y redes sociales, mientras pierden la conexión con los críticos que todavía quedan en Nicaragua, amordazados por la represión policial. 

Dedicados a sobrevivir en Estados Unidos

Opositores
Los nicaragüenses, liberados horas antes, despegan de Managua rumbo a Estados Unidos. El vuelo fletado llevó a la libertad a 222 presos políticos desterrados por el régimen Ortega-Murillo. Foto de Mileydi Guilarte

El expreso político Juan Sebastián Chamorro dijo a DIVERGENTES que Ortega utilizó la misma estrategia que el “castrismo” en Cuba: expulsó a la disidencia para dificultar el trabajo político. “Ciertamente, para la mayoría de los opositores (desterrados), les ha tocado una situación de cambio bastante radical, que ha llevado en algunos casos a que se tengan que dedicar en cómo sobrevivir en este país (Estados Unidos)”. 

“Esta es una realidad que hay que reconocer, y esta es la razón por la que algunos opositores que antes estaban más visibles, ahora no estén tanto: primero porque están trabajando para ganarse la vida, y en segundo lugar, por las represalias que pueda haber contra su familia que se encuentre en Nicaragua”, afirma el político nicaragüense. 

Chamorro es una de las figuras de la oposición que está más activa en los medios de comunicación. Utiliza su cuenta de X –antes Twitter– para reaccionar sobre las nuevas medidas del régimen –económicas, políticas, de represión–, y también comparte escritos en su blog personal. 

“Ortega quería callarnos, pero pese a todos los problemas, hemos mantenido una voz en los organismos internacionales, de denuncia de abusos de los derechos humanos y de solidaridad con los presos políticos”, apunta. 

Otra de las figuras que mantiene actividad política es Félix Maradiaga, también desterrado en febrero de este año. Maradiaga dijo a DIVERGENTES que a él le consta lo difícil que es sobrellevar el exilio, la condición de apatridia, la confiscación y las secuelas de la cárcel, y a la par de eso seguir en la política. “No se puede juzgar a nadie. Mantenerse activo (en la política) es una labor titánica”, agrega Maradiaga. 

El excarcelado político expresa que incluso ha rechazado ofertas laborales que están alejadas de la realidad nicaragüense, porque esto lo puede desvincular de la “lucha cívica” por su país. “Dar mi grano de arena a la libertad de Nicaragua es mi misión y labor de vida por una razón: mi propia libertad no estará nunca completa, mientras Nicaragua no sea libre”, añade. 

El cambio de escenario de la oposición

Felix Maradiaga Berta Valle Presos Politicos
Félix Maradiaga asegura que retomar el activismo político en Estados Unidos es “una labor titánica”. EFE/Octavio Guzmán

“El vuelo de la libertad”, como le llamó el Servicio Civil y el Servicio Exterior de Estados Unidos, a cargo de la misión, llenó de muchas expectativas a la oposición por lo simbólico: en aquel avión, el Omni Air 767, iban unidos, por primera vez –y tal vez única–, los principales liderazgos políticos de Nicaragua. 

“Daniel Ortega nos enseñó (a la oposición) una cosa muy importante en esa cárcel, y es que teníamos cosas más importantes en común, que las diferencias”, expresó Dora María Téllez, la excomandante guerrillera, al medio Confidencial, días después de ser liberada. 

“Entramos con más diferencias, y salimos con cosas esenciales en común, porque Ortega nos colocó ahí, porque nos vio como iguales”, agregó. 

Destierro revitalizó  inicialmente a la oposición

La opinión pública también fue favorable hacia los liderazgos recién liberados. En una encuesta realizada en junio de 2023, los exreos Félix Maradiaga, Cristiana Chamorro y Juan Sebastián Chamorro, tres precandidatos presidenciales, eran las personalidades mejores evaluadas de Nicaragua. 

Ocho meses después, el escenario ha cambiado radicalmente para los opositores. La unidad de todos los liderazgos políticos todavía se avizora lejana, pues no se han integrado en una sóla plataforma. No hay mayores avances, que estar difusamente presentes en ciertos  mecanismos de acercamientos.  

Juan Sebastián Chamorro considera que Ortega y Murillo “cometieron el error de unir a la oposición en la cárcel”, pero “hay que quitarse la idea de que exista una organización formal y única en la oposición”. Chamorro dice que se ha trabajado mucho en la tolerancia, comunicación con los diferentes actores políticos y coordinación “en la lucha contra la dictadura”. 

Félix Maradiaga piensa que “es completamente normal” que la oposición política frente a la dictadura “sea plural y diversa”, dado que, “no existe ninguna plataforma que pueda atribuirse la representatividad unánime de tantas expresiones que rechazan a la dictadura”. 

Maradiaga considera que las expectativas de la unidad opositora tienen que ver con el deseo de replicar lo que sucedió con la Unión Nacional Opositora (UNO), la coalición de partidos que le ganó las elecciones al Frente Sandinista en 1990.

“Esas modalidades de unión suelen suceder en contextos electorales… En el contexto que vive Nicaragua, lo fundamental es contar con una estrategia común que nos lleve a la unidad de objetivos y una visión compartida de lucha cívica, como efectivamente se está dando”, expresa.

Retroceso en las encuestas: Población pierde el rastro de los opositores

2023 cerró con liderazgos opositores de Nicaragua fragmentados y sobreviviendo luego “del vuelo del destierro”
Juan Sebastián Chamorro dijo que Ortega utilizó la misma estrategia que el “castrismo” en Cuba: expulsó a la disidencia para dificultar su trabajo político.

Por otro lado, los liderazgos de la oposición han perdido en los items de opinión favorable de los últimos sondeos. En la última encuesta de Cid Gallup, incluso figuras del régimen como Fidel Moreno, secretario de la Alcaldía de Managua, Julio César Avilés, jefe del Ejército, y Rosario Murillo, vicepresidenta, aparecen con una mejor opinión favorable que cualquier figura opositora. 

Además, algunas personalidades que hasta hace unos meses estaban muy bien calificadas, como Cristiana Chamorro, Violeta Granera y Dora María Téllez, ni siquiera aparecen en la lista de la última encuesta.

En el caso de Maradiaga, por ejemplo, en la encuesta de junio era la personalidad con mejor opinión favorable de Nicaragua, con un 48%. Sin embargo, en la última encuesta, bajó al 36%. 

Incluso otras figuras del régimen, como Daniel Ortega (38%), Rosario Murillo (39%) y Gustavo Porras (38%) aparecen mejor evaluados. “Ya nadie está en campaña política y no existe ningún tipo de candidatura, por lo que, el tema de las encuestas de aprobación no debería ser un tema importante”, afirma Maradiaga. 

Juan Sebastián Chamorro, quien apenas subió su opinión favorable de 37% en junio a 38% en noviembre, dice que los resultados de las encuestas, en un ambiente de represión como la que se vive en Nicaragua, “tienen un sesgo importante”, debido a que por cada persona que responde la encuesta, unas ocho o nueve personas rechazan responder previamente. 

“Las encuestas son instrumentos importantes, pero con cierta imprecisión… Pero siempre hay que ver la importancia de mantener la voz de denuncia, aunque estás no sean encuestas electorales, y tener un balance favorable positivo en la opinión pública”, puntualiza Chamorro. 

“No creo en la política clásica”

Oposiitores
Daniel Ortega con la lista de más de 300 opositores a los que desterró y ordenó desnacionalizar. Foto: Divergentes | Archivo | Tomada de la Presidencia.

John Cerna, conocido como el “Tigrillo” desde la rebelión de 2018, tiene poco tiempo disponible. Desde que fue desterrado en febrero de este año, busca cómo curarse las heridas físicas y emocionales de los más de mil días en prisión

Pocas semanas después de llegar a Estados Unidos, “Tigrillo” fue operado de su hombro, lo cual le ha implicado una deuda con el hospital, y al mismo tiempo se ha buscado cómo establecer un trabajo para sobrevivir. Después, hizo trámites durante meses para poder reencontrarse con su mamá y su hermana. Finalmente lo logró a finales de septiembre de 2023. Además de esto, aplica a becas para poder terminar sus estudios de Ingeniería. 

“Aunque desde el inicio estaba tratando de cuidar de mí, de establecerme, nunca he dejado el activismo. Nunca he dejado de pedir por la liberación de los presos políticos”, dijo Cerna. 

Desde que salió de la cárcel, “Tigrillo” manifiesta que ha sido invitado por varias organizaciones de jóvenes y universitarios para que forme parte de ellas, pero los intentos “han sido infructuosos”.

Dice que no se ha integrado a ninguna organización , “pero no dejo de denunciar por la liberación de los presos políticos, la autonomía universitaria, y tantos cambios que hay que hacer en nuestra nación”, explica. 

2023 cerró con liderazgos opositores de Nicaragua fragmentados y sobreviviendo luego “del vuelo del destierro”
John Cerna, conocido como el “Tigrillo”, dice que ha sido invitado por varias organizaciones de jóvenes y universitarios para formar parte de ellas, pero los intentos “han sido infructuosos”.

Cerna expresa que no cree “en la política clásica”, sino que piensa que los jóvenes “son capaces de tomar decisiones para poder incidir, que sepan que tenemos la madurez y sensatez para poder tomar decisiones”. 

En estos días, John se unió a una campaña para la liberación de los presos políticos para Navidad del año recién pasado. Él estuvo las últimas tres navidades en prisión. Por eso, aunque tenga poco tiempo disponible, no dudó en hacer videos contando su experiencia en la cárcel y pedir por la liberación de los encarcelados por la dictadura.

 “Nunca he dejado de lado todas estas cuestiones por las que me metí (a la lucha cívica) desde un inicio”, dice el “Tigrillo”, y agrega: “más allá de ordenar mi situación personal, también tengo el compromiso con la gente que está secuestrada por el régimen”.


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