Rodeado de su círculo de poder y seguridad, Daniel Ortega admitió que no puede olvidar la rebelión de abril de 2018 que puso en jaque a su Gobierno y abrió una profunda crisis política y de derechos humanos en Nicaragua desde entonces. El pronunciamiento de Ortega tuvo lugar este lunes dos de septiembre en la Plaza La Fe de Managua, durante el 45 aniversario del Ejército de Nicaragua. “El año 2018 fue un año doloroso, fatídico, donde se juntaron todos los demonios”, dijo Ortega.
Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de las Naciones Unidas (ONU) determinaron que Daniel Ortega y Rosario Murillo, al frente de las instituciones estatales, cometieron crímenes de lesa humanidad en la represión a las protestas que iniciaron en abril de 2018. Se registraron 355 muertos en este contexto, y se derivó en más de 1000 presos políticos, al menos 400 nicaragüenses desterrados y más de 600 mil forzado a migrar a raíz de la crisis.
Acusa a oenegés de “intento de golpe de Estado”
Ortega acusó nuevamente a Estados Unidos de intentar montar en 2018 “un intento por acabar” con su gobierno, al preparar, entrenar, utilizar oenegés (Organizaciones Sin Fines de Lucro), “desarrollando y utilizando la tecnología para lanzarse contra el pueblo”.
Desde 2018, el régimen ejecuta un cierre masivo de Organizaciones Sin Fines de Lucro. La justificación para estas cancelaciones se basa en el supuesto de que estas oenegés tienen sus “directivas vencidas” y “no reportan sus estados financieros de entre uno y 30 años”, según los acuerdos ministeriales publicados en el diario oficial La Gaceta cada vez que se eliminan las organizaciones.
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Desde entonces han cancelado más de 5000 oenegés. Esto significa que ya fueron canceladas más del 70% de las oenegés que existían en Nicaragua hasta 2017. “(En 2018) se lanzaron a quemar a quienes identificaban cómo sandinistas, al que identificaban como policía… Los quemaban a los policías. Y realmente son crímenes que no se habían visto en Nicaragua”, dijo Ortega.
Ortega añora pacto con empresarios
En la tarima principal del acto, la pareja Ortega y Murillo mostró a su círculo de poder y seguridad. A su izquierda, estaba la cúpula militar: Julio César Avilés, general del Ejército de Nicaragua, Bayardo Rodríguez, jefe del Estado Mayor, Marvin Corrales, inspector general; y Rosa Adelina Barahona, ministra de defensa. A la derecha, el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, y los jefes de la Policía Nacional, Francisco Díaz, director, Horacio Rocha, ministro asesor en temas de Seguridad y Zhukov Serrano, subdirector.
Ortega dijo que en 2018 el país “vivía en paz” y lograba hacer acuerdos con los empresarios y trabajadores para el desarrollo económico. A lo que se refiere el dictador es al conocido modelo de “diálogo y consenso” que sostuvo durante 10 años con el gran capital, en el que los empresarios hicieron grandes negocios a cambio de su silencio cómplice cuando los sandinistas dilapidaron las instituciones democráticas.
Según Ortega, la comunidad internacional, a la que calificó como “jauría”, ya tenía preparada una estrategia para derrocar a su Gobierno en 2018. Dijo que ellos intentaron un diálogo organizado por unos sacerdotes “que nos odiaban”. Cabe destacar que el régimen Ortega-Murillo invitó a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para mediar en el diálogo con sectores de la oposición.
Acusa de “terroristas” a los obispos Báez y Álvarez
Sin embargo, Ortega señaló que el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, y el obispo de la Diócesis de Matagalpa y Estelí, miembros de la CEN, son “terroristas”, porque estaban en contra de quitar los tranques (bloqueos de carreteras) que los manifestantes pusieron en todo el país para presionar por su salida.
Silvio Báez fue forzado al exilio el 23 de abril de 2019, después de un sinnúmero de ataques y amenazas en su contra desde octubre de 2018. En febrero de 2023 fue despojado de su nacionalidad, junto a más de 300 personas más.
El obispo Rolando Álvarez fue arrestado el 19 de agosto de 2022. Fue juzgado y condenado en ausencia y sin derecho a la defensa, a 26 años y cuatro meses de prisión. Finalmente, fue desterrado a Roma, junto a 18 sacerdotes más, luego de negociaciones directas entre el Vaticano y Ortega. La cifra de religiosas y religiosos víctimas de esta medida represiva del orteguismo, ya supera los más de 200.
“Pudimos botar los tranques en segundos”
“No había paz, no se movía nadie, no había clases… dijimos que ellos se desenmascaren (opositores), la gente estaba pidiendo a la policía porque no levantaban los tranques. Y se realizó un operativo que fue relámpago”, dijo Ortega.
El operativo al que se refierió fue la “Operación Limpieza”, con el cual se organizó a la Policía y grupos paramilitares para reprimir y reventar las barricadas. Es el período en el que se registran la mayor cantidad de muertes durante el contexto de las protestas civiles y se constató la utilización de armas de alto calibre. “No podemos olvidar cómo trancaron este país, tranques por todos lados. Tranques que podíamos haberlos botados en segundos”, agregó el mandatario.
Ortega aprovechó para repetir su discurso antiimperialista y agradecer a China y Rusia por el apoyo “sin condiciones” que le han brindado, en medio del aislamiento internacional que sufre a raíz de la crisis política y la reelección presidencial en la que estuvieron ausentes las garantías democráticas.
En Venezuela “tenían impresas las actas para montar campaña”
También hubo mención especial a la actual crisis que enfrenta Venezuela debido a que el régimen Nicolás Maduro insiste en sostenerse en el poder luego de los cuestionados resultados electorales con lo que se adjudicó su reelección, mientras la comunidad internacional reclama la publicación de las actas de escrutinio para comprobar la veracidad de los resultados.
La crisis en Venezuela ha tenido repercusión internacional, al punto de que líderes de la izquierda latinoamericana, como Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y Gustavo Petro, presidente de Colombia, le han pedido a Maduro que muestre las actas de votaciones para poder reconocerlo como presidente.
Ortega fue uno de los mandatarios que desde el primer momento reconoció la controversial victoria de Maduro. Ortega invitó durante el acto al mayor general José Antonio Murga Batista del Ejército Bolivariano de Venezuela a expresar unas palabra. Esté aprovechó para afirmar que Maduro “es el presidente electo por voluntad popular 2025-2031”, ya que “el pueblo habló en las urnas electorales, y así pues, su fuerza armada bolivariana y el pueblo, lo han respaldado”.
Según Ortega, la crisis de Venezuela forma parte “de una embestida” del Gobierno norteamericano para derrocar a gobiernos en América Latina “que no se someten”. El mandatario dijo que las actas que tiene la oposición, las cuales demuestran que el candidato Edmundo Gonzalez ganó las elecciones, “ya las tenían impresas para montar este tipo de campañas”.
El mandatario nicaragüense dijo que apoya a Maduro contra “las agresiones sistemáticas que se vienen cometiendo contra el pueblo venezolano”. Añadió que “quieren convertir a Venezuela en un infierno para robarle el petróleo”.
Jefe del Ejército: “Nicaragua vive momentos extraordinarios”
Al inicio del acto, el jefe del Ejército, Julio César Avilés, dio un extenso discurso en el que rememoró los inicios de la institución, cuando era llamada Ejército Popular Sandinista, y su desarrollo a lo largo de estos 45 años.
Destacó que el Ejército sigue contribuyendo “para que Nicaragua sea el país más seguro de Centroamérica”. Agregó que los militares han dado “relevantes aportes” en la formulación de leyes “que vinieron a fortalecer la defensa y seguridad de la nación”. Entre otras, están las leyes de Defensa Nacional, Ley de Seguridad Soberana y Ley de Régimen Jurídico de Fronteras.
Avilés dijo que Nicaragua “vive momentos extraordinarios”, donde “se avanza en grandes y estratégicos proyectos”. Por lo tanto, el jefe del Ejército, en nombre de todo el cuerpo militar, le reiteró a Ortega “que haremos los mejores esfuerzos para aportar en la ejecución y seguridad de estas grandes obras que se desarrollan con éxitos”.
Avilés a Ortega: “Cuente con la firme determinación del Ejército”
El jefe del Ejército agradeció a Ortega su “sostenido respaldo” para fortalecer las capacidades de la institución militar, y por lo tanto, que cuente con “la firme determinación del Ejército” para “continuar avanzando en la ruta de consolidar la Nicaragua libre, digna y próspera que todos merecemos”.
Mientras, a Rosario Murillo Avilés le agradeció “respaldarnos y estar siempre pendiente en la solución de todas nuestras gestiones”.
Al finalizar el acto, el mensaje de Ortega a la fuerza armada fue claro y directo: “el gran reto es defender la paz”.